Una agencia de viajes propone vivir una experiencia marciana
Nuba, agencia especializada en viajes exclusivos y a medida por los cinco continentes desde hace más de 25 años, se ha aliado con Astroland Interplanetary Agency (Ares Station) para ofrecer a sus clientes la posibilidad de probar, en una experiencia premium con el más absoluto rigor y aval científico, las tecnologías y habilidades que necesitará la humanidad para sobrevivir en Marte en el año 2035. Ares Station, estación en la que se realizan las misiones, se encuentra ubicada en el interior de una enorme cueva en Santander, que reproduce con inesperada exactitud las condiciones de vida que se darían en el Planeta Rojo. “Según el consenso científico, cualquier colonia humana permanente en Marte deberá instalarse en los tubos de lava que se encuentran en el planeta, para protegerse del ambiente hostil marciano, que es letal para nuestro organismo. Si queremos testar las verdaderas condiciones de vida de Marte, una estación subterránea es la única opción”, explica David Ceballos, CEO de Astroland.
Ares Station es un laboratorio de 1,5 km de largo y 50 metros de alto, con un hábitat inigualable en el que llevar a cabo las diferentes pruebas y experimentos científicos, en los que están además implicadas compañías de base tecnológica que pretenden integrar y testar productos y servicios de carácter absolutamente innovador. El programa tiene tres fases, una vez haya sido aprobada por el equipo de psicólogos la participación en la misión de los candidatos: una previa a la entrada en Ares Station, en la que durante, aproximadamente, un mes, se prepara a los ASCAN (candidatos a Astrolanders) física y mentalmente para desarrollar las capacidades de resistencia y adaptación necesarias para hacer frente a los ambientes hostiles y las situaciones inesperadas que encontrarán a lo largo de la misión.
Una segunda fase, dentro de Ares Station, en la que, tras haber adquirido los conocimientos necesarios para desempeñar el rol que previamente se les habrá asignado (ingenieros, biólogos, etc.), deberán seguir un estricto programa técnico, en el que todo está planeado y concretado para ser desarrollado de una manera verdaderamente análoga a las misiones en Marte. Una vez finalizada la misión en Ares Station, los ASCAN se convertirán en Astrolanders, conscientes de que habrán transformado su vida.
Desde ambas agencias entienden que se deben dar nuevas respuestas para superar los retos que la humanidad encontrará en Marte y el primer paso es minimizar el impacto humano en todo el proceso, por lo que se ha planteado realizar un programa de investigación denominado Human Marks, donde poder desarrollar las tecnologías y habilidades necesarias para minimizar el impacto de la actividad humana en entornos controlados. Hay que destacar, además, que Ares Station es completamente autónoma, crea su propia energía y gestiona sus recursos y deshechos, además de contar con avanzada tecnología en el reciclado de plástico y en impresoras 3D con las que crear los utensilios necesarios para la supervivencia.
En cada misión, los científicos convivirán con aquellos que deseen vivir esta experiencia, que al mismo tiempo serán motivo de estudio para descubrir cómo se comporta el ser humano en estas condiciones de aislamiento. Los datos y hallazgos que se encuentren en lo que, por ahora, es un experimento, se aplicarán en un futuro, cuando las colonias humanas en Marte sean una realidad, algo que podría ocurrir a partir de 2035.