Ostras y sal, un maridaje perfecto en la costa francesa
Que Francia es uno de los máximos consumidores y productores de ostras del mundo no es una afirmación baladí. De hecho dos de los lugares del orbe donde más se comen estos moluscos están en nuestro país vecino: París, la reina de estos bivalvos, y Bretaña, una región donde la ostricultura es desde hace años un saber hacer que los turistas curiosos pueden conocer (el departamento de Morbihan genera el 10% de la producción de la ostra francesa).
El golfo de Morbihan, sin duda una de las bahías más bellas del mundo, y la localidad de Riec-sur-Belon, capital de la famosa ostra plana, son dos de los enclaves donde se crían estos moluscos y donde, en algunos casos, se pueden comprar directamente a los ostricultores a la vez que se saborean los encantos de estas orillas y se hace escala en puertos diminutos.
Pero no solo de ostras vive Bretaña. Otro de los savoir faire con un retrogusto puramente bretón es la producción de sal de Guérande, un proceso manual que se hace desde antaño ajeno a cualquier mecanización y que atrae año tras año a miles de personas que quieren ver el trabajo de los paludiers, verdaderos artesanos de las salinas.
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Vídeo del saber hacer de las ostras y la sal en Bretaña
Ruta por el sur de la costa de Bretaña: el saber hacer de las ostras
La primera parada de esta ruta por las ostras de Bretaña es Baden donde trabaja desde hace años Ivan Selo, que lidera la empresa Au Rythme des Marees.
Selo, quinta generación de ostricultores, organiza excursiones en barco que parten cuando la marea está baja y que invitan a descubrir todos los secretos de este molusco: su cría, sus enemigos naturales como los caracoles marinos o las estrellas de mar y otras curiosidades acerca de estos bivalvos.
Asimismo, durante la salida algunos participantes trabajan en los parques de ostras a las órdenes de Ivan Selo, ataviados para la ocasión con guantes y vadeadores impermeables. La actividad, que dura dos horas, acaba con una magnífica degustación de ostras y vino blanco.
Una visita a Vannes
La capital del departamento de Morbihan es Vannes (en bretón, Gwened: la blanca), una ciudad de Arte e historia cuyas calles emanan calidad de vida. Sus palacetes y casas del siglo XV, con entramados de madera, son el reflejo de la prosperidad que vivió esta ciudad bretona gracias al comercio marítimo.
Hoy día su bello puerto es un lugar perfecto para pasear a lo largo de las tranquilas arboledas que están junto a los pontones y que conducen al Acuario Oceanográfico y al Jardín de las Mariposas.
Desde el puerto se entra en el casco antiguo amurallado de Vannes por la puerta de Saint-Vincent, llamada así en honor al santo valenciano San Vicente Ferrer que falleció en esta localidad francesa. Al cruzar el pórtico aparece una calle bordeada de edificios del siglo XVII mientras que los palacetes se concentran alrededor de la Plaza des Lices, donde tenían lugar los torneos medievales.
En la confluencia de las calles Rogue con la calle Noé está esculpida en piedra una pareja, emblema de Vannes, que representan al dueño y la dueña de la casa del siglo XVI de la que eran propietarios.
Más allá de la catedral, cuya fachada no es fácil apreciar a simple vista, y de la Cohue, la calle Saint-Gwénaël ofrece un bello conjunto de celosías y voladizos que continúan hasta la Puerta Prison: el acceso al pintoresco barrio de Saint-Patern.
Desde la Puerta Prison se accede al paseo de la Garenne, que rodea las murallas del siglo XIII. Torres y puertas se alternan con una sutil armonía por encima de los jardines afrancesados que esconden los antiguos lavaderos cubiertos de pizarra que dan al río Marle.
Auray y Saint-Goustan
No podemos dejar esta zona sin visitar la localidad de Auray y el puerto de Saint-Goustan. Tanto los muelles como el pueblo han conservado durante siglos sus calles adoquinadas, el puente de piedra y las casas medievales típicas de la zona.
Auray-Saint Goustan, calificada como ciudad de Arte e Historia, fue un lugar muy próspero desde el siglo XV gracias al comercio de vino y cereales que lo convirtió en el tercer puerto más importante de Bretaña.
Como curiosidad, el inventor y político norteamericano Benjamin Franklin pasó por aquí a finales del siglo XVIII para tener una audiencia con el entonces rey Luis XVI.
En busca del saber hacer de la sal en Guérande
Otro saber hacer que se remonta incluso a la época de los romanos es el de la sal de Guérande. En esta pequeña localidad, llamada por su opulencia la Carcassonne del oeste de Francia, el “oro blanco” (como algunos conocen a la sal) fue codiciado por muchos, incluso por los españoles.
Una ruta por Guérande
Por este motivo se construyeron las murallas que todavía rodean a la ciudad y que le confieren esa personalidad medieval tan atractiva. La fortificación cuenta con cuatro puertas que dan la bienvenida a todos aquellos que quieran recorrer sus calles tortuosas en las que se yerguen casas medievales de distintas alturas. En el centro de la localidad se levanta la colegiata de Saint-Aubin a cuyo púlpito exterior se llega por una escalera de caracol.
Salinas de Guérande
Las salinas rodean los alrededores de Guérande y conforman unos maravillosos tableros de donde se extraen toneladas de esta sabrosa substancia. Las pirámides blancas de este futuro condimento –de donde nace también la flor de sal (el caviar de la salina)- son moldeadas por los salineros que han perpetuado un oficio ancestral en el las máquinas no han sido nunca bienvenidas.
La sal se recoge entre junio y septiembre y la producción de ese año depende del tiempo y de sus inclemencias: las mareas, el sol y el viento son sus mejores aliados mientras que la lluvia, a menudo presente en esta zona del litoral francés, es quizás la mayor enemiga para su recolección.
Un lugar que sirve de escaparate para conocer a fondo este saber hacer es el museo Tierra de Sal, donde se muestra cómo trabajan los salineros de la Guérande, verdaderos alquimistas del oro blanco. Además este emplazamiento es el punto de partida de las numerosas visitas a pie guiadas por biólogos o salineros.
En Tierra de Sal, asimismo, están a la venta numerosos productos vinculados con este condimento como la famosa flor de sal, caramelos hechos con mantequilla salada, chocolates al punto de sal y cosméticos elaborados con este preciado oro blanco. Y es que las virtudes de la sal han llegado también a la estética.
Última parada: parque natural regional de Brière
Un lugar maravilloso para dar paseos entre las flores y las aves que viven en las marismas y los bosques es el Parque Natural Regional de Brière. La mayoría de las excursiones y visitas guiadas parten de la aldea de chozas de Kerhinet, que reúne unas veinte casas tradicionales, las chaumières, donde dentro se ha escenificado el hábitat típico de la zona.
La Grande Brière forma la segunda marisma de Francia (después de La Camargue) y es Parque Nacional desde el año 1970. Lo más peculiar de su paisaje es la turba, carbón fósil formado de residuos vegetales que alberga una gran diversidad de flora y fauna.
Esta inmensa turbera de 40.000 hectáreas deja emerger siete islas en su corazón donde el hombre encuentra los materiales necesarios para su hábitat tradicional. Uno de los lugares más bellos del Parque Natural Regional de Brière es la isla de Fédrun, unida al continente por un solo punto, un pueblo típico y encantador de chamizos pintorescos y patios en los que no es extraño que descanse una barcaza.
Guía práctica de Bretaña
¿Cómo llegar a Bretaña?
Vueling conecta Barcelona con Rennes, capital de Bretaña, varias veces a la semana. Por su parte, la aerolínea también vuela a Nantes, capital histórica de Bretaña.
¿Cómo moverse por Bretaña?
La mejor manera de hacer rutas por Bretaña es en coche. Nosotros confiamos en la empresa de alquiler de coches Sixt para estos itinerarios.
¿Dónde alojarse en Bretaña?
Casa de Huéspedes Maison de la Garenne
2, rue Sébasten de Rosmadec
56000 Vannes
Tel. 00 33 297 67 00 31
www.maisondelagarenne.com
Hôtel des Dunes
277, avenue de Lattre de Tassigny
44500 La Baule
Tel. 00 33 2 51 75 07 10
www.hotel-des-dunes.com
¿Dónde comer o cenar?
Restaurant La Villa
18, avenue du Général de Gaulle
44500 Le Baule
Tel. 00 33 240 23 06 00
www.lavilla-labaule.com
Restaurant Les Remparts
6, rue Alexandre le Pontois
56000 Vannes
Tel. 00 33 297 47 52 44
www.les-remparts-vannes.zenchef.com/
Excursión recomendada en Bretaña
Descubre el mundo de la ostricultura con Iván Selo
Pointe de Toulvern 56870 Baden
contact@aurythmedesmarees.fr
www.aurythmedesmarees.fr
Tel. 00 33 297 57 00 19
Consejos para viajar seguros y prevenidos
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