El hotel Cala Jóncols inaugura el viñedo más pequeño de Cataluña
Cala Jóncols, un hotel familiar situado al norte del municipio de Roses que destaca por sus iniciativas innovadoras, ha inaugurado esta mañana el viñedo más pequeño de Cataluña y uno de las más pequeños de España. Este acto coincide con el sesenta aniverario del hotel que abrió sus puertas en el año 1955 y que regenta desde hace 40 años con gran acierto la familia Gómez Fernández. El viñedo tiene una superficie de una hectárea y se ha plantado siguiendo un proceso biodinámico, en cuyo método se incluye un calendario astronómico.
Viñedo Cala Jóncols
La inauguración la ha presidido el conseller de Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, Jordi Ciuraneta, y ha contado con la asistencia de la alcaldesa de Roses, Montse Mindan, el delegado del Gobierno de la Generalitat en Girona, Eudald Casadesús, y el presidente de la Cofradía de Pescadores de Roses, Toni Abad
Foto de familia de los asistentes a la inauguración del viñedo de Cala Jóncols
El hecho de tener unas dimensiones tan reducidas comporta, a bote pronto, que se no pueda sacar un rendimiento económico a corto plazo. De hecho, el proyecto vitivinícola, cuya producción será del todo artesanal y ecológica, y la inversión realizada se han llevado a cabo para recuperar la actividad agrícola de un espacio que antigualmente estaba cultivado y que se encuentra en pleno Parque Natural del Cabo de Creus, lugar emblemático en el que está emplazado el hotel Cala Jóncols.
Piscina del Hotel cala Jóncols
La plantación del viñedo, que incluye un kilómetro de pared seca de piedras levantada a mano, se ha realizado siguiendo un proceso biodinámico. Este sistema, que trata a las explotaciones agrícolas como organismos unificados e individuales, incluye el uso de un calendario astronómico para sembrar y plantar.
Detalle del viñedo de Cala Jóncols
Asimismo se ha querido recuperar una variedad autóctona que podría desaparecer ya que hay pocos ejemplares. Se trata del almez rojo, autóctono del Ampurdán y del sur de Francia, que habitualmente se usa para producir garnacha pero que en este caso se destinará para elaborar vino blanco. Con la recuperación de esta variedad histórica y autóctona, el hotel Cala Jóncols quiere dar un valor añadido a este proyecto vitivinícola del que, de aquí a unos cuatro años, se podrían comercializar entre 3.000 y 4.000 botellas anuales.
Cala Jóncols
El proyecto incluye construir una bodega propia, que sería la cuarta que se encontraría en el Parque Natural del Cabo de Creus, una de les zonas geológicas más importantes de Cataluña, con unas tierras ácidas que aportan gran intensidad al vino que aquí se produce.