Camino de Santiago Portugués: una ruta por el litoral de Pontevedra
Caminos de Santiago hay muchos pero destinos solo hay uno y ese es Compostela. Aparte del Camino Francés, el más transitado, o el Camino Inglés, que se hacía por mar y se desembarcaba en Ferrol o en A Coruña, una de las rutas jacobeas más interesantes es la portuguesa de la costa que nace en Oporto y entra en Galicia por la localidad de A Guarda.
Desde esta localidad el Camino Portugués por la costa atraviesa 15 municipios de Pontevedra en un recorrido de 140 kilómetros hasta Pontecesures, donde dice adiós a las Rías Baixas, y se adentra en Padrón, ya en A Coruña, la última parada de la vía jacobea antes de darle un abrazo al Apóstol.
El Camino de Santiago no solo es un viaje lleno de espiritualidad sino que es un itinerario en el que descubres la inmensidad de un destino. Y si esa meta es Galicia entonces las experiencias se potencian porque en la tierra donde reposan los restos de Santiago el Mayor todo desprende magia.
Los acantilados son escarpados, las playas de arena blanca y aguas gélidas, y sus bosques y sendas ocultan su rico patrimonio arqueológico repartido en pazos, iglesias y yacimientos.
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De A Guarda al Monasterio de Oia
Nuestra ruta la empezaremos en Caminha, justo al otro lado del Miño, río que traza la frontera entre España y Portugal. Desde allí tomaremos un ferry hasta la pontevedresa A Guarda que ha crecido en la falda del magnífico castro de Santa Tegra, uno de los yacimientos galaicos más visitados y Monumento Histórico-Artístico Nacional desde 1931.
Merece la pena desviarse del camino y subir hasta lo más alto para ver una estupenda panorámica de la desembocadura del Miño -siendo el mejor momento al atardecer y con la marea baja- y de la comarca de O Rosal.
Durante este tramo del Camino Portugués de la costa dejaremos siempre el océano a la izquierda y caminaremos por un tramo llano mecidos por la brisa del Atlántico hasta llegar al Monasterio de Santa María de Oia, monumento que se empezó a edificar a mediados del siglo XII.
Tiene elementos románicos, góticos y barrocos destacando su fachada del XVIII. Por su ubicación, justo a la orilla del mar, este enclave jugó un papel vital en la defensa de la costa. En el siglo XVII los monjes cistercienses pararon un ataque de los turcos que fue reconocido por el rey Felipe IV al conceder al monasterio el título de “Real”.
De Baiona a Vigo
Dejamos atrás el pueblo marinero de Oia para dirigirnos a Baiona, villa medieval estrechamente vinculada con el descubrimiento de América. Uno de los primeros lugares de destacada visita es el castillo de Monte Real, hoy reconvertido en Parador Nacional de Turismo, que podemos rodear por un sendero a pie de mar.
Sus muros defensivos aguantaron las envestidas del pirata inglés Francis Drake que desembarcó en Baiona en 1585.
En el puerto de esta localidad hay una réplica de la carabela La Pinta que simboliza el hecho de que Baiona fue la primera población en España (y en Europa) en conocer la noticia del descubrimiento de América.
Y es que el 1 de marzo de 1493 el barco capitaneado por Martín Alonso Pinzón atracó en este muelle tras su periplo por el Atlántico.
Tras dejar Nigrán y Panxón nos adentraremos en la ría de Vigo, custodiada por las bellas Islas Cíes, corazón del Parque Nacional Illas Atlánticas. El camino sumerge de nuevo al peregrino en el paisaje minifundista gallego.
Ya en la Ciudad Olívica es básico dar un paseo por la playa de Samil y la Plaza de la Constitución, visitar la villa romana de Toralla o conocer el Museo Quiñones de León en el Pazo de Castrelos, en el parque del mismo nombre, que contiene una de las mejores colecciones permanentes de pintura gallega además de una más que interesante sección de arqueología.
De Redondela a Barro
En Redondela el Camino Portugués principal y el de la costa se unen hasta llegar al destino final, Santiago de Compostela. A la salida de este municipio dejamos atrás la impresionante ría de Vigo y las islas de San Simón y Santo Antón, y el puente colgante de Rande.
Nuestra meta está ahora en Arcade y su histórico puente medieval de Ponte Sampaio, sobre el río Verdugo. A pocos kilómetros se encuentra el Castillo de Soutomaior, joya de la provincia de Pontevedra y monumento por el que merece la pena desviarse del camino principal.
Continuamos en Pontevedra y sus maravillosas plazas y casco antiguo peatonal. Después de visitar la iglesia de la Virgen Peregrina, patrona de la ciudad y del Camino Portugués, daremos un paseo por su mercado de abastos, uno de los más conocidos de las Rías Baixas.
Saliendo de Pontevedra y antes de llegar a Caldas de Rei haremos un alto en el camino en las cascadas del río Barosa, en el municipio de Barro, en la que destacan una serie de molinos de agua recuperados, emblemas de la Galicia rural.
De Caldas de Rei a Pontecesures
El patrimonio etnográfico, natural y religioso de Caldas de Rei hacen de este destino uno de los más enxebres de la provincia de Pontevedra. La fuente de las burgas, de estilo neoclásico, y el lavadero de ropa, se abastecen del mismo manantial de agua caliente que dio nombre a este bello municipio.
Las propiedades termales de estas tierras ya las conocían los romanos que se establecieron en este territorio hacia el siglo I. De esa época son los puentes de Bermaña y Segade.
De camino a Vilanova de Arousa pararemos en el Pazo de Rubianes cuyo parque botánico es Jardín de Excelencia Internacional de la Camelia, una flor de invierno que asoma cuando la naturaleza está dormida. Además de degustar sus vinos se puede visitar esta maravillosa construcción de seis siglos de antigüedad, y ver entre otros elementos, su capilla del siglo XVI.
Según la tradición jacobea los restos del apóstol Santiago fueron trasladados por mar desde Jerusalén hasta el entonces puerto de Iria Flavia. Por este motivo, en la actualidad uno de los tramos del camino se realiza en barco desde Vilanova de Arousa por la ría del mismo nombre y el río Ulla, hasta llegar a Pontecesures.
Esta localidad es considerada una de las capitales gallegas de la lamprea, uno de los productos gastronómicos más exclusivos y solo apto para paladares inquietos.
En Pontecesures el Camino de Santiago portugués se despide de la provincia de Pontevedra para adentrarse en A Coruña por Padrón, localidad a la que están vinculados los escritores Camilo José Cela y Rosalía de Castro, y recordar el dicho de “quien va a Santiago y no va a Padrón, o hace la romería o no”.
¿Dónde comer en el Camino de Santiago Portugués de la costa?
Hotel Restaurante Rúas
C/ Sarmiento 20
36002 Pontevedra
www.hotelruas.net
Restaurante O Muíño
Rúa Ferreria, 1
36650 Caldas de Reis
Pontevedra
Uno de los mejores lugares para degustar productos gallegos de calidad. Situado en un antiguo molino a orillas del río Umia.
¿Dónde dormir en el Camino de Santiago Portugués de la costa?
Parador de Baiona
Avenida Arquitecto Jesús Valverde, 3
36300 Baiona
Pontevedra
Uno de los buques insignia de Paradores en Galicia. Sus vistas al mar son espectaculares.
Hotel Pousada Real
Rúa Real, 58
36650 Caldas de Reis
Pontevedra
www.hotelpousadareal.com
Un establecimiento moderno perfectamente ubicado en el centro de Caldas de Rei.
Consejos para viajar seguros y prevenidos
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Uno de los mejores lugares para descubrir las novedades de todas las variantes del Camino de Santiago es la feria Fairway.
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