Aunque el Baix Camp es un destino perfecto en cualquier época del año, con la llegada del buen tiempo esta comarca tarraconense se convierte en una escapada imprescindible. En familia, en pareja o con amigos, este rincón de Cataluña nunca defrauda. ¿Te preguntas por qué? Aquí tienes cinco razones, pero podrían ser muchas más, para viajar en primavera al Baix Camp.

Vista de Capafonts desde la montaña de Picorandan © Rafael López-Monné

Vista de Capafonts desde la montaña de Picorandan © Rafael López-Monné

Cinco motivos que saltan del encanto rural del interior a la calidez de su costa, que se aderezan con una gastronomía excepcional, que nos invitan a disfrutar del turismo activo, y que nos sumergen en el legado cultural de los destacados artistas que encontraron aquí sus musas como Joan Miró o Antoni Gaudí.

Mas Miró

Mas Miró

La belleza natural de sus montañas, senderos que surcan sus paisajes agrícolas, ermitas enclavadas en preciosos entornos, espléndidas playas bañadas por un apacible Mediterráneo, miradores, coquetos pueblos cargados de historia, puertos pesqueros que siguen el dictado del mar…  Déjate seducir por el espíritu de esta otra Tarragona y no te preocupes si los días vuelan. Seguro que volverás.

Empápate de naturaleza en el interior del Baix Camp 

El interior de esta comarca es un oasis de tranquilidad y aire puro formado por espacios naturales de gran valor ambiental, cultural y paisajístico que puedes recorrer gracias a una completa red de senderos. Sin prisa, disfrutando del paisaje y de sus pueblos, o liberando adrenalina practicando trekking, escalada, barranquismo o BTT.

Crestas de la Seda, en la Serra de Llaberia

Crestas de la Seda, en la Serra de Llaberia

Prueba de ello son las Montañas de Prades, un espacio protegido que alberga auténticas joyas como el Tossal de la Baltasana, el nacimiento del río Siurana o los impresionantes riscos de la Mussara, y los caminos de la Baronía de Escornalbou donde se impone visitar los municipios de L’Argentera y Duesaigües; y, por supuesto, subir al Castillo Monasterio de Sant Miquel d’Escornalbou para hacerte una idea de cómo vivía la burguesía en la Edad Media.

Castell de Escornalbou

Castillo de Escornalbou

Otras opciones igual de atractivas son disfrutar del encanto de la sierra de Llaberia, donde aún resuena el eco de la leyenda de los Dips, y pasear por las llanuras donde crece la avellana mientras se cruzan al paso poblaciones como Riudecols, Alforja, Les Borges del Camp y Botarell. 

Acariciar la arena y escuchar sonido del mar

La franja litoral del Baix Camp es un auténtico paraíso para los amantes del mar que concatena extensos arenales, playas vírgenes y recoletas calas que surgen entre acantilados. Como los 9 km de playas con bandera azul de Cambrils o los 12 de Mont-roig Miami que se dividen entre playas de arena dorada como la Pixerota -la preferida de Joan Miró- o playa Cristal, y una costa alta salpicada de pequeñas calas como la preciosa cala Pescador. Sin olvidar las tranquilas playas que bañan de azul L’Hospitalet de l’Infant como l’Arenal o l’Almadrava que bordea un bonito paseo marítimo.

Cala Califòrnia

Cala Califòrnia © Ajuntament de Mont-roig del Camp

En la Costa Daurada, y concretamente el Baix Camp, encontrarás la playa que buscas para dar relajados paseos, contemplar atardeceres inolvidables o practicar actividades náuticas como vela, pádel surf o kayak.

Recorrer pueblos con encanto

La singular orografía del Baix Camp está jalonada de un buen número de localidades en las que dirías que se ha detenido el tiempo, que lucen con orgullo su patrimonio y que desprenden autenticidad y calidad de vida. Un buen ejemplo es la pintoresca Prades, también conocida como la villa roja por el color de las piedras que sustentan la muralla, la iglesia y muchas de sus casas y donde se encuentra el Centro de Interpretación de las Montañas de Prades. 

Pero este no es el único tesoro que esconde la comarca. Cada pueblo tiene su encanto, sus historias que contar y su porción de naturaleza que siempre resulta atractiva. Algunas sugerencias: 

Dar un paseo por el núcleo antiguo de Mont-roig del Camp para conocer su pasado medieval.

Dejarte caer por el conjunto histórico de l’Aleixar e ir en busca de la que dicen es la encina más grande y antigua de Cataluña -Alzina del Mas de Borbó.

Subir a L’Albiol para contemplar las espectaculares panorámicas que se divisan desde este mirador natural.

Pratdip de madrugada

Pratdip de madrugada

Acercarte a Pratdip para descubrir el origen de la leyenda de los dips, una especie de perros vampiro que inspiró la novela Las historias naturales de Joan Perucho.

Callejear por Cambrils y visitar el Parc Samà, un jardín modernista, histórico y botánico declarado Bien Cultural de Interés Nacional.

Descubrir el legado de Antoni Gaudí y de Joan Miró

Otro de los grandes atractivos de esta comarca es el vasto patrimonio histórico y cultural que atesora, y que nos remite irremediablemente a dos genios universales que se enamoraron de los paisajes y de la luz del Baix Camp: Antoni Gaudí y Joan Miró.

De hecho, una magnífica opción para conocer los parajes en los que ambos se inspiraron es recorrer, a pie o en bicicleta, la llamada Ruta de los Genios que enlaza, entre otros, la casa natal de Gaudí en Riudoms, y el Mas Miró, Centro de Interpretación de Miró en Mont-roig del Camp donde el pintor pasó la mayoría de sus veranos. 

Panorámica del Baix Camp desde el Camino Reus-Prades

Panorámica del Baix Camp desde el Camino Reus-Prades

Hablando de arte, también es muy recomendable realizar la Ruta Modernista de Reus, un agradable paseo por el centro de la capital del Baix Camp que conecta las obras de otros insignes arquitectos como Lluís Domènech i Montaner y Pere Caselles, y visitar el Gaudí Centre Reus para profundizar en la figura del máximo representante del modernismo catalán.

Del Mediterráneo a la huerta: los sabores del Baix Camp

Ya sea cerca del mar o tierra adentro, en el Baix Camp podrás disfrutar de una gastronomía cien por cien mediterránea que acariciará tu paladar con sabrosas propuestas de cocina tradicional y de vanguardia elaboradas con productos de proximidad. Suquets de pescado y marisco, arroces, calçots, el pataco de la Alforja- una receta ancestral a base de atún y patata-, embutidos como la butifarra o la longaniza, esqueixadas

Mención especial merece el aceite de oliva virgen extra de arbequina que se elabora con mimo en poblaciones como Riudoms, Montbrió del Camp o Vilanova d’Escornalbou, entre muchas otras -no dudes en probarlo para apreciar su suavidad y ese toque picante que lo caracteriza-, y el vermut de Reus, presente en cualquier aperitivo que se precie.

¿Tres sugerencias para los más golosos? Las Mont-rogetes (galletas elaboradas con harina de algarroba), el cremoso menjablanc, y cualquier dulce que tenga como ingrediente principal sus apreciadas avellanas.

Las avellanas son muy típicas del Baix Camp. Foto Ayuntamiento de la Selva del Camp.

Las avellanas son muy típicas del Baix Camp. Foto Ayuntamiento de la Selva del Camp.

Turismo gastronómico, familiar, de aventura, cultural… En esta comarca de Tarragona te espera un universo de pequeños y grandes placeres que colmarán todas tus expectativas. ¿Nos vemos esta primavera en el Baix Camp?

Más información en www.muntanyescostadaurada.cat/es

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