El restaurante Ávalon, un gran clásico de Barcelona, presenta una nueva carta y nueva decoración
El restaurante Ávalon, ubicado en el Grand Hotel Central de Barcelona, cambia de estilo, de cara y de carta. Un restaurante firmado por Ramón Freixa, con alma gastronómica pero con una oferta desenfadada y con horarios amplios. Gracias a ellos es posible tomar desde un buen desayuno por las mañanas, pasando por unas tapas a mediodía o un té por la tarde, hasta perfectos gintonics después de cenar.
El escenario ha cambiado. Por una parte la sala acoge una zona de comedor, otra más de estilo lounge cercana al bar y una tercera a modo de reservado. En la zona de bar butacas y mesas bajas iluminadas por extensos flexos a modo de apliques crean la atmósfera ideal para una copa o un café. Un espacio que ya comienza a llenarse de jóvenes coreanos, que visitan la ciudad por negocios, con sus Ipads o grupos de modernos escandinavos de vacaciones que ojean revistas de moda. Es el lugar ideal para charlar con amigos, picar algo, tomar un cocktail, trabajar tranquilamente (conexión WiFi disponible) o degustar unas tapas gastronómicas con una banda sonora muy trendy.
La sala se abre a la calle a través de grandes ventanales y techos altos que, sumando un nuevo y cálido suelo de madera, crean la sensación de estar en tu propio loft. En un lado de este espacio diáfano, abierto y luminoso, se ubican dos rincones ideales para usarlos como reservados sin perder la perspectiva de la sala. Dos grandes mesas redondas con las míticas Plastic Chair de los Eames en negro son los lugares ideales para estas reuniones en privado. Todo con cierto aire industrial pero con tonos piedra, visones y chocolate que le aportan ese carácter extremadamente acogedor.
Si en el restaurante “hermano” de Ávalon, el Ramón Freixa Madrid en pleno barrio de Salamanca, el conocido chef realiza la alta cocina gastronomía que le han validos sus dos estrellas Michelin, aquí busca crear una carta más informal, relajada y siempre divertida. Lujo asequible en platos que se realizan con productos bien seleccionados y, en muchos casos, locales. La carne (con la que hace su mítica hamburguesa) es la que Ramón lleva comprando desde siempre en el vecino Mercado de Santa Caterina y el pescado, como su merluza del Cantábrico, llega fresco varias veces a la semana.
En la carta no faltan clásicos contemporáneos como los canelones, un plato que nunca ha faltado en la carta de Ávalon y que ahora sigue siendo uno de los grandes éxitos de Ávalon by Ramón Freixa. “Los clientes siguen preguntando y demandándolos, explica Ramón encantado, están hechos de una forma casera con carne picada, una fina pasta y bechamel”. Detrás de cada plato una historia y un guiño provocador o moderno como el wonton catalán “una empanadilla oriental que esta vez está rellena de butifarra” comenta Freixa, o el pollo que corre, “porque es de corral y claro, para estar tan rico, tuvo que correr mucho en libertad”, expone mientras ríe. Además de tapas gastronómicas y platos caseros que siempre apetecen (macarrones, albóndigas, callos, gambas al ajillo, croquetas, buñuelos de bacalao, patatas bravas, jamón ibérico, pizarra de quesos…), la carta tiene una estructura establecida de tres ingredientes por plato en una búsqueda de “ensalzar el producto, no desvirtuarlo, siempre de estación y cercano a la tradición gastronómica catalana”.
¿Ejemplos? Un fresquísimo rodaballo se acompaña de espárragos (uno de los ingredientes fetiches de Freixa) y almendras o el atún de una coca de recapte (“como la que hacían mis abuelos”, confiesa) y olivas negras. En los postres grandes éxitos de Ramón como su tarta de queso con fresones, la crema catalana de siempre, la torrija auténtica con helado de leche de oveja o el moelleux de chocolate y naranja con helado de guanaja (realizado por un apasionado del chocolate como es Ramón).
Restaurante Ávalon
Pare Gallifa, 3 (Vía Laietana, parking Catedral a 200mts.)
www.avalonrestaurant.es
