¿Te puedes olvidar a tu madre en un hotel?
Un estudio realizado recientemente por lastminute.com entre 500 de sus Top Secret Hotels revela cuáles son los objetos más sorprendentes que se han dejado olvidados los clientes en los hoteles. Dentaduras postizas, vestidos de novia, piernas artificiales, joyas o juguetes eróticos son algunos de los artículos que figuran en la lista.
Hay quien se deja una mascota. Por ejemplo, un huésped de Milán olvidó a su perro en un establecimiento. Un lindo can puede ser bastante agradable custodiar mientras su dueño lo viene a buscar. No así la serpiente que un cliente se dejó en un hotel de Washington. No me quiero imaginar la cara que puso la persona que se la encontró.
Un objeto perdido que me parece bastante gracioso es la bolsa de caracoles que una limpiadora se encontró en un hotel de Budapest. Me pregunto quién puede viajar con unos gasterópodos a cuestas. Otros clientes se olvidan objetos más peligrosos. Un policía se dejó su placa y su pistola en un hotel de Las Vegas, y un japonés se descuidó una clásica espada Yakuza en un establecimiento de Estambul.
Otros despistes pueden causar un buen disgusto. Un ejemplo es el cliente que se olvidó el anillo de compromiso de su prometida en un hotel. Tuvo suerte porque la seguridad del establecimiento lo guardó hasta que el huésped lo reclamó y se lo enviaron de vuelta justo a tiempo para la boda.
Algunas historias relativas al dinero tienen, aunque parezca mentira, final feliz. Así, el personal de un hotel de Cardiff se encontró con 3.000 libras en monedas y en Barcelona un cliente se dejó 200.000 euros en billetes falsos de 500. Supongo que no los reclamaría.
No obstante, lo que más me ha sorprendido es la mala memoria, por llamarlo así, que tienen algunos clientes que son capaces de dejar a su propia esposa o a su madre olvidadas en el establecimiento por estar demasiado obcecados en sus quehaceres. Sinceramente, que figuren personas dentro de esta lista no me parece nada jocoso.
Tras contratar y pagar un paquete de viaje a Estambul el pasado mes de marzo 2023, con seguro, vuelo, transfer y hotel con mi mujer y mis hijos.
Hemos padecido un autentico calvario entre el hotel que no había recibido el importe del alojamiento y la complicada comunicación con Lastminute que aseguraban que lo solucionarían en un momento.
Sin poder disfrutar de las vacaciones y teniendo que renunciar a muchas de las actividades que teníamos programadas por la pérdida de tiempo desde el primer día con los numerosos intentos de contacto a través de mails, chats en línea y llamadas telefónicas, además de cuantiosas conversaciones con el hotel que nos aviso a nuestra llegada, que la factura de la estancia estaba pendiente de pago. (debo añadir que el propio hotel también ha realizado diversas gestiones de contacto). No nos facilitaron ninguna solución e incluso nos dieron largas indicando que estaban solucionando el problema “hoy sin falta se soluciona”, “su incidencia tiene máxima prioridad”, “es que no cogen el teléfono en el hotel”,…… nos mandaban documentos justificativos para presentar en el hotel que no tenían validad alguna.
Tuvimos que pagar de nuevo el hotel el ultimo día.
NO VOLVEREMOS a contratar nada con esta empresa.
Esta información solo trata de avisar a personas como yo que pretende disfrutar de un viaje con su mujer y sus hijos.
Fecha de la experiencia: 23 de marzo de 2023