Naturaleza y actividades al aire libre en Hondarribia-Irun
El río Bidasoa une a dos localidades vascas en su desembocadura: Irun y Hondarribia. Y es que la bahía transfronteriza de Bidasoa-Txingudi ha sabido proteger a lo largo de los siglos su patrimonio natural e histórico apreciándose en las calles de ambas poblaciones vestigios romanos y medievales, así como la arquitectura de principios del siglo XX y la neovasca.
Pero uno de los grandes atractivos de esta zona es su naturaleza, perfecta para realizar actividades al aire libre tan deseadas ahora en este tiempo.
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Un paseo por el Parque Natural Aiako Harria
Irun se encuentra dentro del espectacular Parque Natural Aiako Harria, de gran interés geológico por los restos fósiles de animales marinos que se han encontrado.
Este paraje de Euskadi también es de suma importancia botánica, por sus hayedos y robledales, e histórica porque aquí tuvieron lugar episodios de gran importancia para los anales locales. En el Parque Natural Aiako Harria se pueden tomar varios senderos.
El primero te lleva por el valle de Endara y los rasos de Pagogaina donde, durante el trayecto podremos contemplar magníficas vistas de este espacio y de sus montes circundantes.
Otro camino que atraviesa el Parque Natural Aiako Harria recorre las ruinas de los cuarteles de Erlaitz, la cascada y el barranco de Aitzondo, y las antiguas minas de Meazuri, donde todavía se ven restos de actividad como bocaminas, casetas y barracones.
Un tercer sendero bordea dos neveras, la de Letegiko Borda (en la que todavía se divisan restos de su bóveda), y la de Aireko Soroa, y pasa por el viaducto del ferrocarril y las ruinas de la casa del ingeniero inglés que dirigía la explotación (de ahí el nombre de castillo del inglés).
El cuarto y último camino que atraviesa este parque natural lleva a los hornos de lrugurutzeta, los cuales se pueden recorrer con una visita guiada organizada por el Museo Oiasso, una institución arqueológica que reúne restos de época romana hallados en Irun (antigua Oiasso), o con la App Irugurutzeta.
En este itinerario también se divisa la cascada de Aitzondo y el entorno rural de Meaka.
Monte y ermita de San Marcial
Uno de los lugares de esta zona al que merece la pena hacer una excursión es el monte Aldabe y la ermita de San Marcial, conocido por los iruneses como monte San Marcial.
En el siglo XVI se conocía por La Peña de Aldabe y fue cuando Beltrán de la Cueva, capitán general de Gipuzkoa, decidió construir una ermita, para conmemorar la victoria sobre los franceses en el año 1522. Los iruneses celebran el 30 de junio su fiesta patronal, San Marcial.
La construcción primitiva fue destruida en un incendio y fue reconstruida a principios del XIX. En el exterior, hay un pequeño monumento adosado a la pared donde se guarda un cuaderno con los nombres de quienes contribuyeron, en el año 1899, a la construcción de la carretera que conduce al monte.
Existe un mirador junto a la ermita desde el que puede apreciarse una maravillosa panorámica de la ciudad de Irún, de la bahía de Txingudi, Hondarribia, el Bidasoa y el Monte Jaizkibel. Merece la pena hacer un receso el restaurante anexo a la ermita y degustar cualquier plato de la gastronomía vasca.
Monte Jaizkibel, el mirador de Hondarribia
El monte Jaizkibel es vigía de muchas cosas ya que su cima alcanza los 543 metros de altitud. Es un auténtico mirador de la desembocadura del río Bidasoa y un símbolo lleno de historia que se precipita sobre el mar en acantilados de hasta 240 metros de altura.
Desde lo alto del Jaizkibel, el segundo monte costero más alto de España, se obtiene una magnífica vista de la bahía de Txingudi, Hondarribia, Irun y Hendaya y del resto de la costa atlántica francesa.
La posición estratégica del monte ha servido para que el paso de los siglos dejase allí numerosos rastros de la historia como restos de las construcciones pertenecientes al bando liberal de la última guerra carlista.
Uno de ellos es el fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe, el más grande de Euskadi, construido a finales del siglo XIX y que albergaba a más de 700 soldados y decenas de piezas de artillería.
Muy cerca del mismo está el santuario de Guadalupe, del siglo XVI, y dedicado a la patrona de Hondarribia. El 8 de septiembre se celebra la fiesta patronal en honor a la Virgen de Guadalupe. El fuerte está abierto a visitas en verano (en la web www.armaplaza.eus se pueden contratar) y la excursión consta de una subida en tren a Guadalupe y un recorrido por el fuerte.
Otro de los elementos más conocidos de Jaizkibel son los cinco torreones, construidos para la defensa de Irun en la guerra carlista. Se disponen en línea con la propia cresta de la montaña y conforman una buena ruta de senderismo por la cima del monte.
Allí también resiste el fuerte de San Enrique, del XIX. La bajada hacia Lezo y Pasaia nos dejará el último de los torreones y el fuerte de Lord John Hay, también del bando liberal.
Senderismo por el Monte Jaizkibel
El monte Jaizkibel es un clásico del senderismo en la provincia de Gipuzkoa. Aunque son muchas las posibles combinaciones, lo más habitual son las rutas circulares desde cualquiera de los extremos hacia la cima del monte, o incluso alternado zonas altas y bajas en recorridos de ida y vuelta, por lo que no hay pérdida.
Es posible, asimismo, recorrer la montaña por el lado más costero, desde el extremo del territorio español en Hondarribia, el faro de Higer, hasta el puerto de Pasaia. Cabe destacar que el Camino del Norte que va a a Santiago de Compostela también pasa por el monte Jaizkibel.
En su primera etapa española (Irun – San Sebastián), la ruta asciende hacia Guadalupe según sale de Irun pasando por la Ermita de Santiago. Tras el santuario es posible continuar el camino tradicional o bien tomar la opción que sube a Jaizkibel.
Por último cabe resaltar la importancia de la fauna y la flora de este entorno natural. Algunas colonias de gaviotas, tanto sombrías como patiamarillas, poseen sus nidos en los acantilados de Jaizkibel.
Otras aves marinas, algunas muy raras como el paíño común, también se han citado en este entorno, junto a especies de reptiles tan interesantes como el lagarto verdinegro o la culebra verdiamarilla. En esta zona se refugian también especies de flora extremadamente raras en el resto de Europa, como algunos helechos tropicales.
Marismas Txingudi
Este excepcional enclave sirve como refugio para las aves migratorias. En la actualidad las marismas Txingudi constituyen un espacio de valor naturalístico internacionalmente reconocido. Está integrado en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) “Txingudi” y el Lugar de Interés Comunitario (LIC) “Txingudi-Bidasoa”, ambos propuestos para integrar la Red Europea de Espacios Naturales relevantes denominada Natura 2000. Además, el parque ecológico de Plaiaundi forma parte de la Lista de Humedales de Importancia Internacional Ramsar.
Cuenta con 24 hectáreas de extensión y consta de dos lagunas interiores conectadas con el ritmo mareal a través de un sistema de compuertas, y una playa intermareal, además de una laguna de agua dulce. En la entrada del parque se sitúa el Centro de Interpretación donde se organizan visitas guiadas para grupos.
Por otro lado, es posible visitar el Parque de las Marismas Txingudi realizando el itinerario autoguiado, compuesto por 17 paneles explicativos distribuidos a lo largo de 2 kilómetros de recorrido. Además, en Plaiaundi, hay varios espacios habilitados para la observación de aves.
Deportes al aire libre en Hondarribia-Irun
El entorno natural de la bahía de Bidasoa-Txingudi es perfecto para realizar actividades en la naturaleza como el ciclismo, el golf, los paseos a caballo, los vuelos en parapente o el senderismo y diversas actividades náuticas, entre otras.
Y es que, tanto en el río Bidasoa como en el mar, se puede practicar kayak, surf, vela, submarinismo, remo, jet ski, entre otras propuestas acuáticas, y navegar en velero y catamarán.
Algunas empresas ofrecen rutas guiadas en bicicleta de montaña por los alrededores de Hondarribia e Irun, totalmente adaptadas al nivel y requerimientos de los participantes.
También cuentan con servicio de alquiler de bicicletas. Si lo que se quiere es dar un paseo a caballo por el monte hay varias empresas que disponen de equinos y monitores titulados para salir a dar una vuelta o incluso poder practicar la disciplina que más le interese.
El golf es un deporte que cada tiene cada vez más adeptos en la comarca del Bidasoa gracias a la popularidad de José María Olazábal, el famoso golfista de Hondarribia conocido a nivel mundial.
Precisamente en esta localidad, en las laderas del Monte Jaizkibel y muy cerca de la ermita de Guadalupe, hay un nuevo campo de prácticas para que todos los aficionados al golf puedan disfrutar de este deporte con unas vistas incomparables.
Una de las actividades más singulares que se practican en la comarca del Bidasoa es un vuelo en ala delta o en parapente. Primero se imparte un cursillo de toma de contacto para después poder gozar con total seguridad de esta excitante propuesta.
Por último, el senderismo y la bicicleta son quizás las actividades más populares de este territorio. Uno de los caminos más recorrridos es la Vía Verde del Bidasoa que recupera buen parte del trazado del Tren Txikito (Irun-Elizondo) y ofrece un recorrido inolvidable de 39 kilómetros a orillas del río que Bidasoa por pueblos de gran belleza de Gipuzkoa y Navarra. Existen muchos kilómetros de carril bici (bide gorri) tanto en Hondarribia como en Irun.
Gastronomía en Hondarribia-Irun
Un paseo por Hondarribia e Irun da apetito por lo que no hay nada mejor, para abrir boca, que deleitarse con los suculentos pintxos que cubren los mostradores de los bares como una alfombra multicolor.
A continuación es de recibo sentarse a una buena mesa y degustar platos tradicionales a base de pescados, carnes, hortalizas y exquisitos dulces, todos ellos elaborados con productos locales de temporada.
Más información en: www.bidasoaturismo.com