Un domingo de brunch en el restaurante Arola
Hace algunas semanas me di el capricho de ir al restaurante Arola, situado en el Hotel Arts de Barcelona. Desde hace seis años sirven los domingos un brunch como la copa de un pino. El espacio es muy agradable, diáfano, decorado con colores suaves y con una terraza espectacular con vistas al Mediterráneo.
Terraza del Restaurante Arola del Hotel Arts de Barcelona
Nada más llegar puedes disfrutar de una copa de bienvenida en la terraza mientras escuchas las mezclas de un DJ que dan ritmo al último día de la semana. Y todo en un ambiente cool, selecto y fresco. En este espacio hay una zona de playground que cuenta con un futbolín y una mesa de pimpón por lo que no hay lugar para el aburrieminto.
Como el día era caluroso decidí disfrutar del brunch dentro del restaurante. Me gustó el hecho de que se pueda comer a la carta y que se pueda elegir una opción en la que entran cinco platos y otra en la que se traen cuatro. Nada más sentarte a la mesa te reciben, para ir abriendo boca, con unos mini cruasanes y unos bollitos de pan que se pueden aderezar con miel, mermelada o aceite.
Huevos benedict del Restaurante Arola
Como siempre estoy en una eterna operación bikini elegí cuatro platos. De los entrantes me quedé con una tabla de ahumados con pan caliente aunque se podía elegir entre una de quesos o embutidos. La siguiente opción que seleccioné fue un plato de verduritas a la plancha con salsa romesco aunque debo reconocer que me quedé con las ganas de probar el carpaccio de rosbif con queso ahumado, estragón y mostaza.
El tercer plato va de huevos. Y es que se puede escoger entre unos huevos benedict (clásicos con bacon o con papada de cerdo confitada y foie gras), revueltos, estrellados o una opción más light: un huevo a baja temperatura con salmón ahumado artesanal y huevas de mújol (¿adivináis cuál escogí?).
Arroz negro de sepia con guisantes
Con la cuarta opción llegan los platos de cazuela: arroz negro de sepia con guisantes, arroz cremoso de verduras o fideos ibéricos. Este plato me lo salté con lágrimas en los ojos. La quinta entrega te da a elegir entre una merluza cocida en su jugo, a la antigua, con verduritas, o un solomillo de buey, manzanas y foie gras.
Pero lo mejor del brunch estaba por llegar: los postres. Un carrito de helados es el portador de unas dulces tentaciones que se pueden devorar con multitud de toppings. Un chef prepara en directo varias delicias lamineras incluidas crepes y gofres. Como colofón a la comida, el bartender de Arola te prepara un gintonic aromatizado con hierbas del propio jardín del restaurante. En este momento fue cuando pude decir adiós a la operación bikini.
Carrito de postres del Restaurante Arola
El precio por persona de este original brunch dominical es de 60 euros para adultos, en el caso de escoger los cinco platos, y 52 euros para cuatro opciones. Los niños pueden disfrutar de esta experiencia gastronómica por 30 euros.
IVA y bebidas no incluidos.
