Restaurantes La Tagliatella: reuniones sociales y mucho más
Con las Navidades a la vuelta de la esquina y sus inevitables reuniones sociales, hay que buscar lugares donde disfrutar una experiencia gastronómica completa. Esto significa no renunciar a la calidad, con un alto componente estético pero que cuiden el bolsillo.¿Una utopía? Ni mucho menos.
La cadena Tagliatella lleva ya 10 años haciéndose un hueco en las principales ciudades de nuestro país con unos restaurantes de buena cocina de Italia que se caracterizan por una estética impactante, una pasta de calidad y unas cuentas en las que, por unos 20 € persona, se puede probar de todo si estamos dispuestos y sabemos compartir sus enormes raciones. Ahora además proponen 3 menús navideños con los que acertar seguro.
La pasta es el abanderado de la gastronomía italiana
Los locales se presentan abigarrados de cacharrería autóctona italiana, a la manera de las trattorias del Trastevere alpino, algo que puede agobiar a los más fans del minimalismo por su profusión decorativa. Exposición de relojes antiguos, escaparates de instrumentos de música, carteleras de cine con neones, exposición de quesos y embutidos italianos, una filatelia o recreaciones de antiguos salones italianos son sólo algunas de las cosas que se pueden encontrar en los Tagliatella, un conjunto que compone acogedores locales que utilizan la madera en abundancia para dar calidez.
Una larga barra suele dar la bienvenida a los comensales, y en ella se ve cómo se hace artesanalmente la pizza o las ensaladas. Lo que más destaca de la carta una vez acomodados es la variedad de pastas frescas y rellenas de la carta (22), las cuales pueden ir bañadas con infinidad de salsas caseras al más puro estilo italiano, una diversidad que abrumará a los más indecisos.
Las gigantescas pizzas también presentan una variedad destacable, y una vez presentadas en la mesa, de forma muy original sobre una tabla de madera, pueden presumir de una base suave, semicrujiente y ligera que se agradecerá sobremanera a la hora de la digestión.
Carta en Las Tagliatella
En los entrantes resulta impresionante la insalata tagliatella (variado de lechuga, alcachofas, jamón, gambas, maíz, olivas, tomate, palitos de cangrejo y zanahoria) maridada con la muy alabada salsa vinagreta de membrillo. Nada que desmerecer tampoco tiene el carpaccio di vitello pepe nero (solomillo de ternera a la pimienta negra) de una transparencia remarcable. El carpaccio napoletano (tomate natural, búfala, anchoas y paté de olivas negras) será otra gran elección para los menos carnívoros.
De segundo, unos linguini con zingara (crema de leche, pimientos verdes, rojos y amarillos, olivas negras y salchicha), una pizza rústica (tomate natural, mozarella, olivas negras, champiñones y atún), unos trofie con salsa toscana (crema, queso, radicchio y speck), una pizza ombra della sera (tomate, mozzarella, espinacas, pimiento, champiñones, chorizo y speck), los tagliatelle con peperoncino e gamberi (ajo aceite, gambas y guindilla) o unos tortellini con salsa amatriciana (tomate, bacon y cebolla).
Las posibilidades de combinación son inabarcables, así que cada uno deberá optar por aquello que le pida el cuerpo en cada visita y probar de todo lo que llegue a la mesa, regando siempre abundantemente las viandas con unas frías botellas de Lambrusco, Chianti o Moscato de su completa carta de vinos. A los postres nos encontraremos con una muy conseguida pannacotta y un tiramisú de libro, que se complementan con unos buenos helados caseros y otras creaciones más castizas.