Una escapada de Semana Santa a la Costa Blanca
Esta Semana Santa la Costa Blanca invita a soñar despierto a todos sus visitantes. En este rincón del Mediterráneo se puede descubrir la esencia de la provincia de Alicante. Este destino sostenible y abierto cautiva con su belleza natural, sus playas de ensueño y sus procesiones más emotivas.
Procesiones de Semana Santa en la Costa Blanca
La Semana Santa en la Costa Blanca es un momento de profunda devoción y tradición. Sus calles se visten de solemnidad para conmemorar esta festividad religiosa.
Una cita ineludible es el Domingo de Ramos en Elche, de Interés Turístico Internacional, una celebración emblemática que marca el inicio de la Semana Santa con la tradicional bendición de las palmas blancas en la Basílica de Santa María. Esta festividad atrae a visitantes de todo el mundo maravillados por la belleza y la emotividad de las celebraciones.
Las Semana Santa de Orihuela y Crevillent, también con distinción internacional, ofrecen una experiencia única durante esta época del año. Sus procesiones, algunas de las más antiguas de la región, destacan por su solemnidad y majestuosidad.
En Orihuela brillan las procesiones del Silencio, del Santo Entierro de Cristo o la Diablesa, y en Crevillent son de asistencia obligatoria la Entrada de Pasos, el Abrazo en la Morquera o la procesión de los coros.
Las procesiones en Alicante, Guardamar del Segura, Aspe, Torrevieja Callosa de Segura, Monóvar y Rojales también destacan por su interés turístico. Sus pasos, caracterizados por la participación activa de la comunidad y la elaboración artesanal de sus trajes, son una muestra viva de la devoción y el fervor religioso de sus habitantes.
La gastronomía de cada lugar está llena de historias, y en el caso de la provincia de Alicante, la Semana Santa se convierte en la mejor excusa para desplegar sabores únicos. El “pa torrat”, la toña de patata, la “borreta” alicantina, el arnadí, las torrijas, la mona de pascua y los rollitos de anís y mistela son algunas de las delicias culinarias más presentes estos días en las mesas de los alicantinos.
Planes en Semana Santa
A este derroche de tradición, cultura y religión se suman todas las bondades turísticas de la Costa Blanca. Imagina, por ejemplo, sentir la brisa marina acariciando tu rostro mientras se explora los senderos azules de la provincia. Rutas costeras como la del faro del Albir, el paseo ecológico de Benissa o el sendero azul Cabo Roig invitan a abrazar la calma y la serenidad que solo el mar puede ofrecer.
La Semana Santa también es el momento ideal para adentrarse en el interior y descubrir un patrimonio histórico fascinante. Yacimientos arqueológicos, castillos imponentes, murallas que cuentan historias centenarias o iglesias que son verdaderas joyas arquitectónicas forman parte del rico legado que se despliega ante nosotros a través de la Ruta de los Castillos.
La provincia de Alicante, una de las más montañosas de España y cuna europea del senderismo, ofrece la Gran Ruta Costa Blanca Interior (GR-330). Es una propuesta única que invita a conocer los contrastes paisajísticos, ambientales y culturales de la región y conocer distintas tradiciones, arquitectura y artesanía de esta privilegiada provincia.
Para aquellos que buscan emociones fuertes, la Costa Blanca despliega su paisaje de mar y montaña al servicio de los deportes más emocionantes. Desde senderismo y escalada hasta barranquismo, vías ferratas, puenting, rutas a caballo, ciclismo, paddle surf y kayak de mar, las opciones son tan variadas como emocionantes.
El ecoturismo es una poderosa herramienta para conservar los paisajes naturales mientras exploras, aprendes y conectas con el entorno. Es muy recomendable descubrir las propuestas de senderos y rutas sostenibles, de fomento de la movilidad sostenible y programas de educación ambiental en la Costa Blanca.
Por un lado, unos de los elementos mas curiosos de la geografía alicantina son los neveros, unos pozos artificiales construidos entre los siglos XVII y XX para recoger y conservar la nieve. Además son la oportunidad perfecta para adentrarse un poco más en la historia de esta región. Hay diferentes rutas de los neveros para conocer su legado en la Costa Blanca.
Por su parte, «Made in Costa Blanca» es una gran propuesta para conocer el patrimonio industrial de la provincia de Alicante. Algunas de las experiencias que esperan al visitante son la elaboración del turrón, recorridos en tren por las salinas, sumergirse en el mundo del juguete, visitar una almazara de aceite o aprender a moldear la arcilla, entre otras.
En cada rincón de la Costa Blanca puedes saborear platos y productos únicos. Nadie puede irse sin visitar los viñedos y bodegas, y degustar los Vinos Alicante D.O. que propone la Ruta del Vino de Alicante. Cada copa cuenta la historia de la uva Monastrell en el tinto de Alicante, el Moscatel de la Marina Alta, los vinos nobles y añejos como el Fondillón, una joya indiscutible de nuestra historia, o los espumosos que refrescan y añaden diversión a las especiales veladas mediterráneas.