Un paseo por la Séquia Major de La Pineda
Hace unos días tuve la oportunidad de conocer la Séquia Major del municipio de Vila-seca, una zona húmeda litoral protegida por el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) de la Generalitat de Catalunya desde el año 1992.
Esta excursión, de unas dos horas de duración, me sorprendió gratamente porque desconocía (y mucha gente también) que hubiera un humedal de más de 17 hectáreas con tal diversidad de flora y fauna en el núcleo de La Pineda.
Es una zona importante constituida por comunidades vegetales de carrizal, prados húmedos y juncales. El punto de encuentro de esta visita es la Plaça de la Cançó Catalana de La Pineda donde está la entrada de la Séquia Major.
Allí nos esperaba Txiqui, el guía, quien se encargó de repartir prismáticos a aquellos que no tenían (es aconsejable llevárselos de casa) y libros con información de los diferentes animales que habitan este humedal y sus rastros más habituales (huellas, plumas y excrementos, entre otros).
Historia de la Séquia Major
Txiqui nos explicó los orígenes de este emplazamiento. Hace dos mil años, cuando el actual Camp de Tarragona estaba repleto de villas romanas, ya existían juanto al mar zonas de dunas y humedales muy fértiles pero poco productivas desde el punto de vista agrícola debido a la inundabilidad del terreno.
Con la llegada de los árabes en el siglo VIII, el Camp de Tarragona fue un territorio fronterizo entre cristianos y musulmanes.
En el siglo XI se inició la repoblación cristiana y se fundó la población de Vila-seca, aunque la franja litoral siguió estando deshabitada por la insalubridad de la zona y el ataque de los piratas.
Pese al peligro que suponían los corsarios, en el año 1537 se construyó la Séquia Major para drenar una parte de los terrenos y así promover la repoblación de la zona más costera. Pero este intento fue en vano porque una década más tarde el término de La Pineda quedó totalmente despoblado por el aumento del ataque de los piratas.
En el siglo XVIII los humedales de la zona entraron en declive porque eran considerados zonas yermas y con paludismo endémico y, en muchos casos, se drenaron para mejorar la productividad económica y la salubridad del terreno.
Se realizaron canales de desagüe hasta el mar y se construyeron nuevas acequias. De esta época es la Casa de las Xibeques (casa de las lechuzas) que se construyó sobre la Séquia Major con una doble función: dejar salir el excedente de agua hacia la playa y, al mismo tiempo, impedir la entrada de agua salada durante los días de mala mar.
Hacia la década de los cincuenta del siglo XX la economía de La Pineda se basaba en la agricultura.
Pero en los sesenta el turismo hizo acto de presencia y se fueron dejando de lado los cultivos adyacentes de la Séquia Major hasta convertirse ésta casi en una escombrera.
En el año 1992 la Generalitat de Catalunya la protege dentro del Plan de Espacios de Interés Natural y se empezaron a recuperar las comunidades vegetales y faunísticas propias dando lugar hoy en día a un espacio donde muchas especies de aves buscan y encuentran refugio.
Fauna de la Séquia Major
Durante el recorrido Txiqui nos explicó cuáles eran las especies endémicas más comunes de este humedal, algunas de ellas en peligro de extinción por la introducción de animales foráneos. Este es es el caso del fartet, un pez pequeño de unos tres centímetros de longitud que hoy tiene un archienemigo, la gambusia americana, introducida en los años 20 para luchar contra el mosquito de la malaria.
Otro pez que era endémico de la Séquia Major es el espinoso pero hoy, a duras penas, se conservan ejemplares.
Desgraciadamente en la Séquia Major hay otras especies invasoras como el cangrejo americano o las tortugas domésticas (llamadas tortugas de Florida).
Algunas familias las dejaron allí pensando que les beneficiaría a sus mascotas porque así tendrían más espacio para moverse cuando, lo que realmente estaban haciendo, era introducir un animal foráneo que está desplazando al galápago europeo convirtiénse esta última en una especie en regresión.
La excursión es muy instructiva, sobre todo para los más pequeños de la casa, porque pueden ver huellas de animales (nosotros vimos una pisada de un tejón), plumas (encontramos la de una abubilla), nidos y restos muy curiosos como el esqueleto de una serpiente.
Mi hijo se quedó muy sorprendido al conocer las diferencias de cómo roe una piña un ratón o cómo la come una ardilla ya que esta última es mucho más selectiva y solo ingiere las semillas.
Un paraíso para las aves
El recorrido por la Séquia Major es muy cómodo y en algún momento hay plataformas para poder acceder mejor a lugares de observación de aves.
Durante el recorrido pudimos ver cormoranes, martines pescadores, garzas reales y una bandada de estorninos que se movían con mucha tranquilidad y gracejo ya que, en ese momento no había ningún cernícalo que pusiera en peligro su integridad.
Por último, una de las cosas que más me llamó la atención es que, mientras estaba observando a las aves en las zonas húmedas, tenía de fondo algunas atracciones de Port Aventura y, en algunas ocasiones, el campo de golf, por lo que me pareció muy curioso cómo la naturaleza y la modernidad pueden compartir espacios.
La Séquia Major se puede recorrer entre los meses de agosto y febrero. Es una visita gratuita y apta para todas las edades. Más información en 977 37 30 37.
Más información: www.lapinedaplatja.info
Buenos días,
Me gustaría saber dónde y cómo nos podemos apuntat mi hijo de 12 años y yo para hacer la visita guiada de la «Sèquia major» de La Pineda. Gracias
Puede llamar al 977 37 30 37. Es el teléfono de la Oficina de Turismo. Quizás el lunes esté cerrado. Si llama no se olvide de decir que supo de nuestra excursión por nuestra web. Un afectuoso saludo.