Ciudadela Ibérica de Calafell, de ruta por la historia
Calafell es, por excelencia, una de las localidades turísticas de la Costa Daurada que tiene mucho que ver y visitar.
Esta población del litoral tarraconense ha sabido combinar a la perfección su amplio legado histórico, entre el que destaca el castillo medieval y la iglesia románica de la Santa Creu, con el espíritu marinero que se aglutina entorno al antiguo barrio pesquero, denominado La Platja o Marina de Calafell.
Además de estos atractivos, uno de los puntos turísticos más destacables del municipio es, sin lugar a dudas, el poblado ibérico de Les Toixoneres (Alorda Park) (siglos VI-I a.C.), y que actualmente se conoce como la Ciudadela Ibérica de Calafell.
Este enclave de gran interés se ha ambientado para que los visitantes puedan evocar la civilización que habitó la zona hace veinticinco siglos.
Historia de la Ciudadela Ibérica de Calafell
La Ciudadela ibérica de Calafell data desde el s. IV a.C. hasta el I a.C., aunque estuvo ocupada ya en el s. VI a.C.
A finales del siglo III a.C. la Ciudadela vivió su época de máximo esplendor. Los sectores reconstruidos muestran cómo fue este enclave poco antes que los romanos llegaran a la Península Ibérica .
La reconstrucción, basada en los hallazgos arqueológicos, se realizó con los mismos materiales y se usaron las mismas técnicas que se cree que utilizaron los íberos. Este hecho es lo que hace singular a este conjunto, ya que fue el primero en España que fue reconstruido sobre los mismos restos arqueológicos.
El poblado, que se sitúa en el territorio que los autores denominaron Cosetania, estaba rodeado de aguas salobres que formaban pequeñas penínsulas e islotes.
La Ciudadela estaba situada en aquel enclave para poder controlar estos estanques y marismas, así como el comercio de cabotaje que venía por mar, y para proteger los accesos a las llanuras del interior a través de los pasos naturales como la riera de la Bisbal o el torrente de la Cobertera.
Antes de la construcción de la Ciudadela había un poblado (s. VI-V a.C.) del cual aún se pueden ver algunos restos en la zona exterior de la muralla. A finales del siglo V a.C. o a inicios del s. IV a.C. fue desmontado el antiguo muro de cierre del poblado, se edificó un cinturón de murallas reforzado con dos torres y se excavó un foso.
Las murallas rodeaban un recinto de unos tres mil metros cuadrados. Su interior estaría habitado por miembros de la aristocracia de la tribu de los cosetanos y por el personal de servicio. Las casas se alzaban alrededor de calles que, adaptándose a las irregularidades del terreno, esbozaban un trazado más o menos ortogonal.
A finales del s. III a.C. e inicios del II a.C., empezó la decadencia de la Ciudadela por motivos que aún se desconocen. Una de la teorías apunta que fue debido a los conflictos bélicos de esa época (segunda guerra Púnica y revueltas antirromanas).
Durante el s. I a.C. se ocupó brevemente un sector de la Ciudadela, que se abandonó poco después. El establecimiento de la villa romana del Vilarenc, situada tan sólo a medio quilómetro de distancia, fue la continuación lógica del asentamiento.
Alorda Park
La Ciudadela Ibérica de Calafell, conocida también con el nombre de Alorda Park, fue excavada de forma sistemática entre los años 1983 y 1992, bajo la dirección de los profesores de la Universidad de Barcelona, Joan Sanmartí y Joan Santacana. En estas campañas se desenterraron casi el setenta por ciento de los recintos situados intramuros.
En el 1992 comenzó la reconstrucción de una buena parte del asentamiento siguiendo modelos aplicados por los países nórdicos, en especial el del yacimiento de la Edad del Hierro de Eketor, en Suecia.
Ese año y después de una década de excavaciones, comenzó un proyecto que, de momento, ha sido el único intento de reconstrucción in situ de un yacimiento arqueológico en España.
Con el objeto de hacer comprensible a todo el mundo cómo vivían los pueblos prerromanos se han rehecho las antiguas viviendas con métodos de arqueología experimental, recreándose los interiores con réplicas de los objetos recuperados en las excavaciones. Durante el recorrido se pueden visitar las viviendas reconstruidas, sentir los olores y tocar los objetos propios de la época ibérica.
La Ciudadela Ibérica de Calafell forma parte de la ruta temática local “Ruta dels Ibers» encabezada por el Museo de Arqueología de Catalunya – MAC
Ciudadela Ibérica de Calafell
C-31, Km. 141
43820 Calafell
Telf/Fax. 977 69 46 83
www.ciutadellaiberica.com
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