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Girona, el paraíso del cicloturismo en invierno

En Girona, el invierno no es una pausa: es una invitación a pedalear. La Costa Brava y el Pirineo de Girona forman uno de los territorios cicloturistas más completos de Europa, un mosaico de naturaleza mediterránea, pueblos medievales, bosques volcánicos y vías perfectamente señalizadas que se disfrutan igual con frío que bajo el sol de primavera. La suavidad del clima, unida a la enorme variedad de paisajes, convierte estas rutas en una opción perfecta tanto para deportistas como para familias que buscan una escapada activa.

Girona es un paraíso para los cicloturistas también en invierno. Foto PTCBG

En este sentido, el destino propone una selección de itinerarios que permiten descubrir la provincia desde sus caminos más auténticos: carreteras secundarias que atraviesan campos, vías verdes que reutilizan antiguos trazados ferroviarios y ecovías que enlazan mar, montaña y patrimonio.

Cicloturismo entre volcanes y pueblos tranquilos en la Garrotxa

Una de las rutas más agradables del territorio es la Vía Verde de la Garrotxa, que conecta Olot con Girona siguiendo el antiguo tren Olot–Girona. El recorrido atraviesa la zona volcánica, bosques frondosos y pequeños municipios donde el ritmo de vida aún es pausado. Es una opción perfecta para quienes buscan naturaleza y silencio, con la posibilidad de completar una escapada que incluye alojamiento, media pensión, bicicletas de montaña y un pícnic para dos.

Ruta del Hierro en la comarca del Ripollès. ® Jase Wilson. PTCBG

Pedaleando por la Tierra de Dalí

La esencia del Empordà y el universo daliniano se mezclan en un itinerario que visita los paisajes que inspiraron al artista: viñedos, llanuras batidas por la tramontana, calas de la Costa Brava y pueblos medievales. La experiencia combina la visita a los tres museos de Dalí con gastronomía local, incluyendo una cena en uno de los restaurantes favoritos del pintor.

El Empordà en bicicleta: campos, viñedos y patrimonio medieval

Para quienes prefieren pedalear sin prisas, el Empordà ofrece caminos suaves y una alta concentración de patrimonio. Esta experiencia de fin de semana, con salida y llegada al Hotel Can Bassa (Madremanya), permite recorrer viñedos, campos de trigo y pueblos tan fotogénicos como Peratallada o Pals, ya sea en ebike, gravel o bicicleta de carretera.

Girona tiene unos pueblos medievales preciosos e ideales para recorrerlos en bici ® Facu Aguirre. PTCBG

Enoturismo sobre ruedas por la DO Empordà

La tradición vinícola del Empordà se descubre pedaleando entre bodegas familiares y paisajes agrícolas. Ebikes Area organiza salidas que combinan bicicleta eléctrica, visita a una bodega, cata de vinos y degustación de productos locales. Una forma sostenible y relajada de conocer el territorio.

Pueblos medievales a ritmo de burricleta

La burricleta —una bicicleta eléctrica de estética rural— es ideal para explorar con calma los pueblos del Empordà. El recorrido transcurre entre calles empedradas, campos y masías, perfecto para quienes buscan una actividad sencilla y muy auténtica.

La magia de La Fageda d’en Jordà sobre ruedas

La Fageda d’en Jordà es uno de los paisajes más singulares de Cataluña. Una salida en bicicleta por caminos accesibles permite adentrarse en este hayedo de aire casi fantástico, rodeado de coladas de lava y bosques húmedos. Es un plan ideal para familias o para una escapada corta en plena naturaleza.

Vías Verdes en Girona. Foto PTCBG

Una red cicloturista ejemplar

Girona cuenta con una de las redes ciclistas mejor preparadas del país. Sus Ecovías, como las Vías Verdes —antiguas líneas ferroviarias convertidas en corredores seguros y naturales— o el circuito Pirinexus, un recorrido circular transfronterizo de 353 km, permiten explorar el territorio por etapas y adaptarse a todos los niveles. Esta versatilidad explica por qué Girona se ha consolidado como uno de los destinos favoritos del cicloturismo europeo.

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