En las mesas de las casas y restaurantes de la República Checa no faltan carnes como el pato y el cerdo acompañadas de los célebres buñuelos de harina knedílky, junto a la cerveza Pilsner Urquell, que hace del maridaje todo un arte. Mención aparte merecen las sopas como la bramboračka (sopa de patata), el codillo (koleno) y el solomillo marinado Svíčková na smetaně.
Gastronomía checa © Matthias Derhake
Jan Schanil, chef checo invitado que ha trabajado en hoteles de gran prestigio, ha presentado en Barcelona un menú formado a base de platos tradicionales e ingredientes gourmet.
Entrantes deliciosos como una terrina de jamón de Praga envuelto en col de Savoya, crutóns y salsa de mostaza, sopa Kulajda con setas porccini. También son habituales el queso frito, el paté de trucha y caballa ahumada o el licor Becherovka, típico de Karlovy Vary.
Como platos principales en la cocina checa destacan las carnes como el filete de ternera Svícková en salsa de nata con apio y zanahoria, acompañado de buñuelos karlovarský knedlík envueltos en arándanos, o el pato asado a fuego lento servido con col lombarda y manzana tostada, conos de patata, y salsa de vino tinto.
También es muy habitual el escalope de cerdo asado.
Y de postres qué mejor que las tortitas en salsa de arándanos y el strudel, pastel de manzana y avellanas servido con helado de vainilla y caramelo crujiente.
Más información: www.czechtourism.com
Guía práctica de República Checa
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