Chequia es un país que combina historia, naturaleza y vanguardia y aún guarda lugares desconocidos para la mayoría de los viajeros. Además de sus clásicos imprescindibles, el país sorprende cada año con nuevas propuestas que mezclan patrimonio industrial, innovación arquitectónica, memoria histórica y experiencias culturales únicas.
Si ya conoces los “básicos” de Chequia, estas ocho visitas originales te invitan a mirar el país con otros ojos. Rincones perfectos para escapadas exprés, ideales para alargar el verano o dar la bienvenida al otoño. Prepárate para descubrir tesoros escondidos, joyas naturales y espacios que te harán querer volver.
Hospital e iglesia de Kuks: barroco con alma medicinal
El conjunto monumental de Kuks es uno de esos secretos bien guardados. Construido a finales del siglo XVII por el conde Špork como sanatorio de lujo, combinaba tratamientos curativos con ocio: bailes, teatro e incluso cacerías.
Hoy, Kuks acoge el Museo de la Farmacia, donde su botica barroca, la segunda más antigua de Europa, sorprende con remedios tan curiosos como “sangre de dragón” o “polvo de cabeza de ahorcado”.
Museo de la Farmacia de Kuks © HawyCZek y CzechTourism
En el exterior, doce esculturas de Matyáš Bernard Braun representan las virtudes y los vicios, creando una galería al aire libre que culmina en un belén semioculto, tallado directamente en la roca.
Panská skála: la Calzada del Gigante checa
Cerca de Kamenický Šenov, en la región de Liberec, se encuentra Panská skála, un monumento natural que parece de otro planeta. Conocido como el “Órgano de piedra” por sus columnas basálticas hexagonales de hasta 12 metros, este paisaje volcánico se formó hace 30 millones de años.
Declarado monumento protegido en 1895, es uno de los rincones favoritos de geólogos, fotógrafos y senderistas. Además, al pie de la roca, un pequeño lago refleja su silueta creando un escenario perfecto para capturar la instantánea soñada.
Villa Tugendhat: el manifiesto del funcionalismo europeo
En Brno, capital de Moravia del Sur, se alza la icónica Villa Tugendhat, obra maestra de Mies van der Rohe y declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Construida en 1930, supuso una revolución arquitectónica: líneas limpias, luz natural y una espectacular pared de ónix que cambia de color según la luz del sol.
Además de su diseño vanguardista, la historia de la familia Tugendhat —obligada a huir por su origen judío durante la ocupación nazi— otorga a la villa un valor emocional añadido. Su legado inspiró la novela La habitación de cristal de Simon Mawer.
Sendero (y tobogán) por las copas de los árboles en Lipno
En Lipno nad Vltavou, a orillas del lago Lipno, te espera un sendero panorámico de 675 metros que asciende 40 metros entre las copas de los árboles. Desde su torre mirador se contemplan los montes Šumava, los Novohradské y, en días despejados, incluso los Alpes austríacos.
Mirador del sendero panoramico de Lipno © Hani Kabashi
La experiencia incluye once áreas de aventura para niños, estaciones didácticas y un final vertiginoso: el tobogán seco más largo de Chequia. En verano, el paseo se puede hacer hasta medianoche, lo que permite disfrutar de caminatas nocturnas bajo las estrellas.
Selva de Boubín: naturaleza primitiva en estado puro
En el Parque Nacional de Šumava se encuentra la Selva de Boubín, un relicto de bosque primario que conserva el aspecto que Europa tenía hace milenios. Aquí conviven abetos, hayas y arces centenarios, algunos con más de 400 años.
Un sendero circular permite recorrer el corazón del bosque y llegar al mirador de Boubín, una torre de 21 metros con panorámicas espectaculares que, en días claros, alcanzan hasta los Alpes. Una inmersión total en la naturaleza checa.
Dolní Vítkovice: la fortaleza de acero de Ostrava
En Ostrava, el complejo industrial de Dolní Vítkovice impresiona por su silueta monumental. Activo desde 1828, conserva minas, altos hornos y plantas químicas, y hoy se ha reinventado como centro cultural.
Se puede subir en el antiguo montacargas hasta lo alto del horno para obtener vistas panorámicas, visitar su museo interactivo y disfrutar de eventos internacionales como los festivales Colours of Ostrava y Beats for Love. Un ejemplo perfecto de cómo la arqueología industrial puede transformarse en motor cultural.
El Teatro Nuevo de Pilsen: el gran queso de hormigón
Pilsen es famosa por su cerveza, pero también sorprende con el Teatro Nuevo, inaugurado en 2014. Su fachada de hormigón, perforada por 28 “burbujas” irregulares, le ha valido el apodo de “queso suizo”.
Teatro nuevo de Pilsen
Este moderno edificio acoge óperas, musicales, obras de teatro y espectáculos de ballet. Con dos salas —una de 460 plazas y otra de 150—, su programación combina compañías nacionales e internacionales de primer nivel. Conviene reservar entradas con antelación.
Chequia es un país de contrastes: castillos medievales y arquitectura contemporánea, bosques primarios y rutas urbanas, fósiles prehistóricos y espacios futuristas. Estas ocho visitas son solo una pequeña muestra de todo lo que te espera si buscas experiencias diferentes lejos de lo convencional.