Escalada en Andorra
Andorra es en verano un lugar ideal para practicar en plena naturaleza todo tipo de actividades de aventura entre las que destacan la escalada y de ascenso de las vías ferratas. De esta sana manera además se puede conocer el bello paisaje andorrano. El país de los Pirineos cuenta con nueve zonas de escalada y más de 200 vías para su práctica. Las vías tienen una dificultad moderada, hecho que permite el acceso a escaladores de todos los niveles; además hay vías de uno o diversos largos.
En Andorra la Vella está el Solà d’Enclar, uno de los emplazamientos con más vías de escalada de todo el país. Se ubica a 1.100 metros de altura y se puede practicar este deporte durante todo el año. Otro lugar es la Pirámide, una pared de 150 metros de altura situada a 1.200 metros. En Andorra la Vella encontramos también la Llastra de l’Obac, que cuenta con 3 vías de escalada. En la parroquia de la Massana está Sant Antoni de la Grella formada por dos sectores. Ubicada al lado del río Valira del Nord y a más de 1150 metros de altura, la pared es de roca calcaria.
En Escaldes-Engordany se encuentran varías vías de escalada: el Roc de Guilla, les Agulles d’Engolasters y Boudell de Coll Jovell. En la parroquia de Canillo está la cascada Riu d’Urina, a 1.150 metros y en Encamp el Pico de Ríbuls, ubicado a 2.780 metros casi al fondo del círculo de Pessons.
Por último, en Ordino hay un pequeño sector formado por dos placas de una altura máxima de 25 metros donde hay 4 vías de escalada. También está la pared de la Balma, está formada por diversos espolones, canales y placas. En el sector de Arcalís, en Creussans, hau un pequeño muro situado a 2.350 metros.