Skopelos y Skiathos, dos islas griegas de cine
Las islas griegas de Skopelos y Skiathos son ideales para una escapada de ensueño en la que descubrir todo el explendor de estos bellos oasis de tranquilidad, ubicados entre verdes parajes y aguas cristalinas. Las islas más verdes de Grecia saltaron a la fama por ser el escenario de la mayor parte de los exteriores y escenas de mar de la hollywoodiense Mamma Mía.
Con el objetivo de conocer los secretos mejor guardados del célebre film, así como las anécdotas más desconocidas del rodaje se han creado un recorrido por las escenas más divertidas y sentirse por un momento como Pierce Brosnan y Meryl Streep en la película más vista de la historia en el Reino Unido, con las míticas canciones de ABBA como telón de fondo.
La primera parada traslada a los visitantes a uno de los lugares más fascinantes de Skiathos: el viejo puerto donde en la película se conocen Sam, Bill y Harry, además de ser escenario de la apasionada «Lay all your Love on me» o de presenciar la despedida de Donna con la entrañable «I have a Dream».
Skiathos, en Grecia
El viaje continua en ferry hasta Skopelos donde se rodaron secuencias tan divertidas como «Dancing Queen», haciendo el recorrido que hace Donna en la película por el patio hacia Damouhari, pasando por el olivar y llegando a las escaleras que bajan al puerto. Los visitantes también podrán ver la capilla donde deben casarse Sky y Sophie, situada en la cima de una formación rocosa que avanza al mar. Por último y después de un día lleno de emociones, nada mejor que tomarse una copa en el pequeño bar de la isla, el Jazz Club, situado en el casco antiguo de Skopelos, donde Meryl Streep solía pasar las horas entre rodajes.
El alojamiento en la isla no puede ser más exclusivo en una de las 35 habitaciones y suites, frente a la playa y con maravillosas vistas al mar Egeo, del encantador Skopelos Village, el hotel de cuatro estrellas donde se rodó Mamma Mía.
Además de recrear los pasajes más divertidos de esta inolvidable película, no puede uno irse sin pasear entre las pintorescas y estrechas callejuelas de Skopelos, con sus blancas casas, sus balcones llenos de flores y sus múltiples y pequeñas iglesias y ermitas blancas, así como visitar los restos conservados del castillo veneciano, del siglo XII. Todo un paraje rodeado de frondosos bosques que bañan el mar y maravillosas playas de arena blanca.