Túnez: cultura, historia y playas en el centro del Mediterráneo
Túnez es hoy un país moderno, punto de referencia histórico y cultural del norte de África. Sin duda, representa uno de los destinos turísticos más populares en el Mediterráneo, con sus playas hermosas, aguas cristalinas y una gran riqueza histórica.
El pasado 23 de octubre 2011 fue un día de importancia fundamental por el pueblo tunecino gracias a la victoria de las fuerzas democráticas. Este cambio político tendrá su influencia positiva también en el sector turístico que, de hecho, se está preparando para dar mayor protagonismo al turismo cultural e histórico más que el de sol y playa ya consolidado.
Numerosas son las civilizaciones que a lo largo de la historia se han asentado en este territorio, cada una dejando su propio legado en la cultura, en las tradiciones y en la arquitectura.
Historia de Túnez
Túnez tiene una posición estratégica privilegiada en el Mediterráneo y por esto, desde siempre, ha sido centro de interés para los conquistadores. Los cartagineses fundaron Cartago en el 814 A.C. y durante seiscientos años fue la capital de su imperio. En el 264 a.c. los romanos la arrasaron y eligieron Utica como centro neurálgico en África. Los romanos contribuyeron mucho al desarrollo de la región, gracias a la construcción de calzadas y acueductos y de ciudades como Sbitla, Thburbo Majus, Dougga, etc…
En el siglo IV, durante un breve periodo, dominaron los vándalos y bizantinos, pero los reales protagonistas fueron los árabes que llegaron a dominar todo el norte de África. En el año 1535 el emperador de España Carlos V ocupó el puerto de La Goulette para asentar su base naval y casi 40 años más tardes los turcos la recuperaron. En el 1883 los turcos firmaron el Tratado del Bardo, traspasando el dominio del territorio a los franceses, convirtiendo Túnez en un protectorado.
Es en este periodo en el que se forman los primeros movimientos sociales independentistas que tomaron forma en partidos políticos. Así, en el 1920 nacieron el Partido Liberal Constitucional Destour y el Partido Neo-desturiano, fundado por Habib Bourguiba.
Durante la II Guerra Mundial, Túnez siguió siendo colonia francesa, entonces leal al régimen de Vichy. Por este motivo fue tierra de refugio de las tropas alemanas. Hammamet fue el cuartel general del Mariscal Rommel, desde donde se planificaban todas las operaciones en el norte de África. Durante la II Guerra Mundial empezó también el proceso de independencia tunecina que tuvo que esperar al año 1956 para ver sus frutos: fue el año en el que el Frente Nacional ganó las primeras elecciones y Túnez se convirtió en una república con su propia constitución.
Hasta al año 1987 se vivió una época de recuperación nacional, que fue interrumpida por la llegada al poder de Zine El Abidine Ben Alí, quien aprobó una ley que le convirtió en presidente vitalicio. En el 2004, Ben Alí consiguió la mayoría del 95% de los votos y no autorizó la supervisión de las elecciones por parte de un grupo independiente para la Defensa de los Derechos Humanos. El malestar y la insatisfacción del pueblo tunecino siguió creciendo hasta el 2011, cuando cayó Ben Alí.
Túnez se ha convertido en un país democrático y moderno, lleno de cultura, historia y abierto a los viajeros que quieren conocer esta tierra mediterránea. Dos curiosidades que relacionan España con Túnez. La comarca de Tozeur también es conocida como Quastilya o Castilla, por ser “el país de los castillos” durante época romana. La ciudad de Testour fue el hogar de los moriscos que fueron expulsados de España en el 1609. Hoy en día se pueden encontrar vestigios de este asentamiento andalusí.