Malta, un lugar de cine
Muchos directores de cine han elegido Malta para rodar algunas escenas de sus películas, algunas de ellas grandes éxitos de taquilla. Steven Spielberg, Ridley Scott, Guy Ritchie o Alejandro Amenábar, entre otros directores, han tenido la oportunidad de rodar en el archipiélago maltés bautizado por el London Times como el mini-Hollywood del Mediterráneo. ¿Por qué es rentable hacer películas en Malta? La primera razón es porque para la industria del cine la relación calidad-precio de este país es excelente. Además, los diferentes paisajes de la isla hacen que sea una isla muy versátil. Esto lo podemos ver en la película Múnich, de Steven Spielberg, ya que Malta se convirtió en la ficción en varios países diferentes: Italia, Israel, Grecia, Chipre, España y Líbano.
Vídeo de Malta
Otro motivo por el cual Malta es un destino idóneo para el cine es que las distancias son muy cortas permitiendo rodar hasta en 5 localizaciones diferentes en un mismo día. Otras razones para hacer películas en Malta es su un clima templado con 12 horas diarias de luz solar en verano y 10 en invierno y su personal cualificado para los rodajes. No hay que olvidarse, además, que Malta tiene unas excelentes infraestructuras hoteleras para alojar a todos los equipos.
Películas que se han rodado en Malta
Uno de los primeros directores que se fijó en Malta fue Alan Parker que, allá por el año 1979, convirtió Malta en Turquía en el Expreso de Medianoche. La prisión en la que encerraban al estadounidense Billy Hayes era, en realidad, el Fort Saint Elmo en Valletta. Precisamente el Grand Harbour de Valletta fue el puerto de Alejandría en el largometraje Alejandro, protagonizada por Colin Farrell, y el puerto de Marsella en la versión de Kevin Reynolds de la película El Conde de Montecristo. En esta última película, Mdina fue la ciudad de Roma, y la torre de Comino el castillo de If, la prisión en la que está preso el protagonista.
Otras películas que se han rodado en Malta son Gladiator, Troya, Ágora o Popeye el Marino. De esta última todavía se conserva en Anchor Bay, en el noroeste de la isla, los decorados que se usaron en el rodaje reconvertidos en la actualidad en un parque temático, el Popeye Village. Cabe recordar que en Fort Ricasoli se encuentran los Mediterranean Film Studios, un espacio de cerca de 7 hectáreas donde se han creado decorados para los rodajes. Como peculiaridad en este lugar se encuentra también un gran tanque de agua de efecto infinito en el que los directores pueden simular el océano (sin efectos especiales ni ordenador) ya que la vista del horizonte son las aguas del Mediterráneo.