La ruta de los molinos de la Mancha de Campo de Criptana a Alcázar de San Juan
‘¿Qué gigantes? dijo Sancho Panza’ (…) ‘Mire, vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino’.
Hoy, aquellos molinos que se antojaban gigantes y que fueron contrincantes del famoso hidalgo Don Quijote se presentan a los viajeros en una ruta propuesta por Caminos del Vino, la Ruta del Vino de La Mancha.
El recorrido, articulado por el Bus del Vino de La Mancha, conducirá, a través de los escenarios quijotescos a los visitantes hasta los molinos originarios del siglo XVI de Campo de Criptana y el Cerro de los Molinos de Alcázar de San Juan, que acoge los recién inaugurados centros de interpretación.
Los molinos de Campo de Criptana sirvieron de inspiración a Miguel de Cervantes para escribir uno de los pasajes más famosos de la literatura universal. Aquellos gigantes contra los que luchó con vehemencia Don Quijote han visto pasar, impasibles al paso del tiempo, siglos de historia mecidos por los vientos manchegos. Sus aspas, ahora detenidas, se han convertido en la estampa más conocida de La Mancha y la mejor excusa para detenerse a contemplar los pueblos de la comarca.
Uno de ellos es Alcázar de San Juan, ciudad histórica que, entre lagunares y calles empedradas, está flanqueada por el imponente Cerro de San Antón. Allí, recientemente restaurados, los cuatro molinos alcazareños albergan un Centro de Interpretación del Paisaje Manchego, maquinaria recuperada para moler trigo además de una instalación museográfica donde se explican las partes, funciones e historia de estas construcciones, y espacios para la celebración de diferentes actos, actividades y otros servicios.
Para descubrir y disfrutar cada sábado de uno de los escenarios más históricos de nuestro territorio, Caminos del Vino, la Ruta del Vino de La Mancha, propone a los visitantes un recorrido a bordo del Bus del Vino de La Mancha, por los espectaculares enclaves dominados por los molinos.
Lugares que, bajo el color calizo intenso trasladan al viajero a unas calles donde el medievo cobra vida. Además, gracias a esta propuesta, la ruta por los molinos acerca lo mejor de la gastronomía manchega maridada con los inconfundibles vinos de la comarca, desde 30 euros por persona. Una oportunidad única para descubrir una tierra cálida y curtida llena de sensaciones sembrada de bodegas y rincones que conformaron el escenario de las más importantes gestas y hazañas de famosos personajes de la literatura universal.