Montreal (Canadá): nueve visitas indispensables en la ciudad más poblada del Quebec
Vanguardista, provocadora, multicultural. Así es Montreal, la ville de de Canadá que encanta con su estilo chic europeo y a la vez sorprende con esa vibrante y alocada personalidad.
Para tomarle el pulso a esta ciudad con os voy a dar nueve tips turísticos indispensables para saber qué hacer en esta ciudad canadiense. Muchos me habéis preguntado cuántos son los días que se necesita para visitar esta ciudad de Québec. Estas experiencias por esta urbe las realicé en dos de días aunque siempre es aconsejable alargar la estancia.
ÍNDICE / CONTENIDO
1. Perderse en el barrio histórico
En Montreal se entremezclan el pasado y el presente. Y para empaparse de ese pasado lo mejor es perderse por las calles adoquinadas del Viejo Montreal (Metro Place-d’Armes) donde aún sobreviven edificios del siglo XVII y se ven pasar elegantes carrozas como en las épocas gloriosas.
Caminar por el Viejo Montreal es como estar en París, con sus fachadas de piedra gris y sus elegantes boutiques, galerías de arte, cafés y bistros repletos de gente hablando quelque chose. Y es que Montreal ha sabido conservar su patrimonio histórico. Como muestra más importante, su iglesia madre, la Basílica de Notre-Dame (réplica de la famosa catedral parisina) es considerada uno de los patrimonios religiosos más preciados de Quebéc. Es de aquellos lugares que no te puedes perder en una visita a Montreal.
Por las calles adoquinadas de esta antigua colonia francesa se llega al Viejo Puerto, el alma social, económica y cultural de la ciudad desde que los franceses lo utilizaran como punto de intercambio para el comercio de pieles en el siglo XVII. Dedica tiempo para pasear por costa o bien toma un crucero por el río San Lorenzo, el segundo más extenso de Canadá y uno de los más importantes de Norteamérica, para contemplar diferentes perspectivas de la ciudad.
2. Apreciar su arquitectura moderna
El ambiente mágico del Viejo Montreal contrasta con las calles pavimentadas, los edificios modernos y la vida agitada del centro financiero que recuerdan que Montreal es, ante todo, una metrópolis moderna. La Place Ville-Marie (Metro Mc Gill), donde se ubica el primer rascacielos de Montreal, es uno de los emblemas de la ciudad moderna. El edificio con forma de cruz de más de 40 pisos fue construido en el año 1962 como la sede del Royal Bank de Canadá. En su azotea, un faro giratorio ilumina el cielo y la urbe, y se puede ver a más de 50 kilómetros de distancia.
Environment Canada (Metro Jean-Drapeau) es un museo dedicado al agua y al medioambiente cuya esfera constituye uno de los edificios más importantes de la historia de la arquitectura contemporánea y el Centro Canadiense de Arquitectura (Metro Guy-Concordia), con sus fascinantes exposiciones temporales sobre edificios, arquitectos y movimientos arquitectónicos, merecen la pena, sin duda, una visita.
En el Parque Olímpico, por su parte, se encuentra la mayor torre inclinada del mundo (175 metros) desde donde se obtiene una vista de 360 grados de la ciudad. La subida se realiza en funicular.
3. Subir el Mont Royal
Para otra vista magnífica de la ciudad te has de poner ropa cómoda, buenas zapatillas y dirigirte a la cima del Mont-Royal (Metro Mont – Royal). El parque, obra del paisajista Frederick Law Olmsted, ideólogo del Central Park de Nueva York, está trazado por senderos boscosos que en otoño deleitan con sus tonalidades naranjas y amarillas.
El monte es uno de sus lugares favoritos de los montrealenses para hacer deportes y recrearse. La Laguna de Los Castores, en el corazón del parque, es el escenario ideal tanto para un picnic veraniego o para patinar en invierno.
Algo diferente, bizarro y excepcional ocurre los domingos de verano. Y es que gente de todas las etnias, colores y religiones se reúne a los pies del cerro para bailar al ritmo de los sonidos africanos del tamtán. Esta celebración se viene repitiendo hace casi cuarenta años y nació a partir de un grupo de percusionistas que simplemente buscaban un lugar cool para tocar.
Tanto ha sido el fervor de los locales que hoy es parte de la cultura callejera de Montreal. Mientras, en las laderas del cerro, decenas de personas con capa, escudo y espada en mano simulan una batalla medieval. Esta es una prueba de que los montrealenses sí saben divertirse.
4. Explorar sus barrios
En Montreal se conjugan idiomas (sobre todo el francés y el inglés), costumbres e ideologías. Basta pasearse por sus barrios para darse cuenta de que aquí todos tienen su espacio, como en el Village (Metro Beaudry), el barrio gay más grande de Norteamérica. Gracias al apoyo de las autoridades, la zona es hoy un lugar próspero y de moda, lleno de restaurantes, bares, cabarets y hoteles a cual más moderno, en los cuales se despliega con orgullo la bandera arcoíris característica de esta comunidad.
Entre junio y septiembre, su calle principal se convierte en peatonal para recibir a un millar visitantes que vienen a presenciar la Pride Parade, una de los desfiles LGTBI más importantes a nivel internacional.
El Plateau Mont Royal (Metro Mont-Royal) destaca por ser uno de los barrios más trendies del mundo. En sus viviendas residen músicos, artistas y escritores y los que no, sueñan con hacerlo. Aquí se entremezclan elegantes dúplex de techos puntiagudos y escaleras de hierro con boutiques, tiendas de ropa alternativa, librerías, teatros, tiendas gourmet, bares y restaurantes.
El Parque La Fontaine es el corazón del barrio: en verano se presentan conciertos de música y obras de teatro mientras que en invierno la gente se entretiene patinando en su laguna congelada con música clásica de fondo. Como buenos franceses, los montrealenses no conciben una cena sin un buen vino.
Dado los altos precios, muchos restaurantes del Plateau permiten a los clientes llegar con su propia botella (has de fijarte en los que tienen el letrero apportez votre vin ya que no cobran por el descorche).
5. Ir de compras por Montreal
Otra forma entretenida de conocer la ciudad es yendo de compras, uno de los placeres favoritos de los locales. Y es que Montreal se reconoce como una de las capitales de la moda, pero con una oferta para todos los gustos y bolsillos. La Rue Sainte-Catherine es la avenida comercial por excelencia, donde están las tiendas departamentales más emblemáticas como La Baie, Ogilvy’s y La Maison Simons.
Cada julio se realiza aquí la venta de liquidación al aire libre más grande de Canadá. Para los que prefieren las tendencias más alternativas, el Boulevard Saint-Laurent (conocido como «The Main») tiene una variada oferta de moda extravagante, inusual y original.
Por su parte, las boutiques de lujo se concentran en Sherbrook, Laurier y Crescent. Durante el invierno y con temperaturas alrededor de -30 grados, la única alternativa es andar como un verdadero topo por los pasillos de La Ciudad Subterránea, con sus tiendas, restaurantes, cines y pistas de hielo para patinar. Se puede acceder por las estaciones de metro.
6. Curiosear sus galerías de arte
Montreal no sería un innovador centro de arte cultural sin el trabajo de sus galeristas, quienes se han encargado de hacer acopio de obras de artistas de todo el mundo. La mayoría de estas galerías se ubican en la Rue Sherbrook y en sus alrededores; allí se exhiben pinturas, dibujos, grabados y esculturas de reconocidos baluartes europeos y norteamericanos del arte moderno tales como Miró, Picasso y Chagall y de Quebec, como Lemieux, Borduas, Riopelle y Pellan.
Si lo tuyo es el arte contemporáneo, el edificio Belgo (Metro Place Des Arts) es un gran lugar para descubrir las tendencias del arte actual. Situado en la Rue Sainte-Catherine, esta antigua fábrica-almacén cuenta con muchas de las mejores galerías de arte contemporáneo de la ciudad.
7. Comer como un local
Los restaurantes y locales de Montreal ofrecen una vasta gastronomía, pero si de cocina local se trata, se ha de hacer una parada en Schwartz’s (3895 Boul. St-Laurent, Metro Saint-Laurent) donde se encuentra el mejor sándwich de carne ahumada de la ciudad. Este lugar donde se come de pie es una institución de la ciudad, por lo que no se sorprenda si encuentras una larga cola de comensales.
Otra especialidad de la región son las famosas poutines, un mix de patatas fritas, queso fresco y salsa de carne que, por su alto contenido calórico, es el mejor energizante para los días de invierno o después de una salida nocturna. La Banquise (994 Rachel Es, Plateau Mont Royal) es un restaurante sencillo pero amigable y abierto las 24 horas, ofrece más de veinte variantes de este singular plato. Por último, Eduardo’s (404, avenue Duluth E) es una buena alternativa para los amantes de la comida italiana por sus buenos precios y porciones generosas.
8. Sumergirse en la bohemia nocturna
Los montrealenses son conocidos como los latinos del norte. Aquí la fiesta y la diversión no paran. En la Rue St-Laurent, el Village y la Rue Crescent hay una amplia gama de bares con DJs y locales con música pop, new age y moderna. Pero si hay algo que define a Montreal es el jazz.
Y es que todos los veranos se celebra en julio uno de los festivales de este género más importantes del mundo. Durante el resto del año, Upstairs Jazz (1254 Mackay Street, Metro Guy-Concordia) y el House of Jazz (2060 Aylmer, Metro Mc Gill) son algunos de los templos donde escuchar jazz. Artistas como Gino Vanelli y Liza Minnelli junto a famosos pianistas como Oscar Peterson y Oliver Jones han actuado en estos lugares.
9. Asistir a uno de sus espectáculos
Siempre hay algo novedoso o poco ortodoxo en Montreal. Si no es un festival (de jazz, cine, humor, cerveza, arte, fuegos artificiales, luces, folclore, globos aerostáticos y de todo lo que se le ocurra), la gran carpa del Cirque du Soleil en el Viejo Puerto siempre es una buena apuesta para ver lo mejor de las artes escénicas. Cabe destacar que esta empresa de entretenimiento y la mayor productora de circo del mundo nació en Montreal en el año 1984.
El Barrio de los Espectáculos, en el centro de Montreal (Metro Place-des-Arts), tiene unas treinta salas para espectáculos, como las de la Plaza de las Artes, y varias galerías de arte y espacios de difusión de la cultura alternativa. Para conocer la cartelera de espectáculos, te has de dirigir a La Vitrine, una especie de taquilla centralizada como las de Londres, Nueva York y Boston, donde puede comprar entradas de última hora con descuentos considerables.
El edificio destaca por su novedoso diseño, una muralla gigante de LED interactiva. La interfaz de la pantalla está equipada con una serie de sensores que transforman el inmueble en una creación luminosa, añadiendo una nueva dimensión al barrio.
Un apunte final de Montreal
La mejor manera de conocer Montreal es a pie o en bicicleta. La ciudad tiene más de 480 kilómetros de carril bici y cuenta con un moderno servicio de préstamo de bicicletas (BIXI) a través de más de 300 estaciones repartidas por toda la ciudad. Asimismo puedes alquilar los vehículos en las tiendas ubicadas cerca de las principales ciclo vías.
Guía práctica de Montreal
¿Cómo llegar a Montreal?
Algunas aerolíneas conectan con vuelos directos Madrid-Montreal, Barcelona-Montreal y Málaga-Montreal con varias frecuencias a la semana. Es importante saber que antes de embarcar debe haberse gestionado una eTA Canadá, una autorización de viaje electrónica para entrar al país.
Consejos para viajar seguros y prevenidos
Es muy importante contratar un buen seguro de viajes siempre que te vayas de vacaciones y en Mondo, que es el que usamos, tienes un 5% de descuento si lo contratas a través nuestro.
Cambio de divisas
La moneda oficial de Canadá es el dólar canadiense. Aunque podrás pagar casi todas tus compras con tarjeta siempre es aconsejable llevar efectivo para las pequeñas compras y una empresa muy fiable para hacerlo es Cambio de divisas by Ria.
¡Cuidado! En Canadá hay roaming por lo que te aconsejamos que compres una tarjeta SIM de datos. A nosotros las Holafly nos han funcionado siempre muy bien.
¿Dónde dormir en Montreal?
Booking.com
Los Bed and Breakfasts son también muy buenas alternativas para quienes buscan un lugar acogedor a un buen precio. Anne Ma Sour Anne, ubicado en el centro de Montreal, ofrece alojamiento desde 72 dólares canadienses la noche (dependiendo de la temporada).
Más información en www.annemasoeuranne.com
¿Dónde comer en Montreal?
Leer el apartado 7 del reportaje.
Más información en www.tourisme-montreal.org y en www.bonjourquebec.com
Más reportajes de Canadá en la web: NIÁGARA, diez consejos para una ruta turística por la ciudad canadiense / VANCOUVER: 48 horas en la ciudad más moderna de la COLUMBIA BRITÁNICA
Un artículo bastante completo sobre la siempre interesante ciudad de Montréal.
Muy buena la informacion que nos entregas con los lugares a visitar en Quebec. Estoy planificando un viaje a esta ciudad y la informacion entregada es de mucha Utilidad. Gracias
Tour Valparaiso
Estamos listos para visitar la Provincia de Quebec,íremos a Montreal primero, la información
excelente,esperamos nos sea de gran utilidad.Gracias…
Yo estuve 2 días en Montreal, hoy me dí cuenta que caminé como pocas veces, el artículo muy completo pero la impresión al estar allí definitivamente es enorme, mi primer día me dirigí a Puerto Viejo, desde allí se ve la estructura esférica que seguro has visto en información de Canadá, creo que le llaman observatorio de ciencias, unos barcos que dicen son de piratas capturados en sus épocas, barcos llegando y que puedes observar muy de cerca, el circo Soleil…. en fin mucha historia en estructuras mezcladas con otras más recientes, de allí siempre caminando fui hacia el centro encontré la famosa catedral de Notre-dame de Montreal, centro financiero, universidad, plaza de festivales, ciudad subterranea, barrio chino… en fin cada vez que me adentraba quería quedarme más días, en la noche el hotel donde me alojé estaba justo donde como dice la autora «la fiesta y la diversión no paran», al día siguiente y ya con poco tiempo fui en busca del parque Olímpico, en el trayecto fui encontrando arquitectura histórica y reciente, parques y las clásicas casas de madera de sus habitantes, al llegar al famoso parque Olímpico debo decirlo lo único que no me gustó fue que la bandera de mi país estaba rota, «bueno, talvez habían otras en el mismo estado pero solo a esa le puse atención», pero el edificio es impresionante, contiene la torre inclinada más alta del mundo, y no solo eso, desde su punto más alto sostiene la carpa gigante que cubre toda la parte redonda de la estructura con cables de acero, cerquita hay un museo de insectos y parque botánico, también el estadio del equipo de futbol Montreal Impact, como les comenté ya me quedaba poco tiempo así que en el mismo parque compré un boleto para viajar en el Metro, la estación muy limpia y moderna, «me parece que allí se filmaron escenas de alguna película», así que partí hacia la estación McWraw Hill, suena el nombre por los libros que te han quitado el sueño más de alguna vez, con más ganas de quedarme que de partir llegué a la terminal de buses para trasladarle a Toronto, grata experiencia, espero llegar nuevamente por más tiempo.
Estoy disfrutando de esta ciudad. Es verdad todo lo que dice este artículo. Y lo que más me gusta son sus parques y praderas, combinadas con la estructura y diseño de sus viviendas de ensueño. Sus habitantes son muy educados Cuidenla siempre. Es una ciudad hermosa y muy agradable.
¡Qué bonito se ve en verano! Porque en invierno hace un frío… que casi no se puede estar en la calle