Real Balneario de Solán de Cabras, un establecimiento que fluye
Hay alojamientos especiales ubicados en lugares únicos. Este es el caso del Real Balneario de Solán de Cabras, situado a pocos metros del conocido manantial cuyas aguas minerales son muy beneficiosas para la salud y que se descubrieron hace 2.000 años gracias a los romanos. Siglos más tarde un pastor vio cómo sus ovejas sanaban gracias al agua y de ahí nació el nombre de Solán de Cabras. Durante el siglo XVIII y XIX eran sobradamente conocidas las virtudes de este manantial. De hecho, María Josefa de Sajonia, esposa de Fernando VII, buscó allí una cura para su infertilidad. Hoy día, Solán de Cabras ha conseguido ser el gran reserva de las aguas minerales, un símbolo de calidad pureza y diseño.
Real Balneario de Solán de Cabras
Las aguas de este manantial son de mineralización débil, hipotónicas, bicarbonatadas, y cálcico-litínicas y son idóneas para afecciones de riñón, enfermedades reumáticas y problemas digestivos. En este sentido, en el balneario se realizan tratamientos de hidroterapia que incluyen todo tipo de baños: de ozono, con agua del manantial, con aromaterapia o con cromoterapia. También se dan masajes integrales o zonales y tratamientos corporales y faciales de fangoterapia o exfoliación.
Manantial de Solán de Cabras
El Real Balneario de Solán de Cabras se encuentra en las hoces del mismo nombre y fue frecuentado desde antaño por reyes y nobles atraídos por las virtudes del agua. Sus instalaciones se encuentran unidas por un hermoso parque, al pie de las montañas del Sistema Ibérico y en uno de los parajes más bellos de la serranía. Desde aquí se pueden hacer varias excursiones como la que lleva al nacimiento del río Cuervo, situado en un paraje de alto valor natural con cascadas por las que discurren aguas cristalinas. También es muy recomendable visitar la cercana Laguna de Tobar y el Parque Natural de la Serranía de Cuenca donde se pueden hacer rutas en plena naturaleza.
Real Balneario de Solán de Cabras
La gastronomía de la Serranía de Cuenca también es una de las razones para alojarse en este balneario: el morteruelo, el paté caliente o el resolí, un licor muy especial que puede tomarse después de saborear el alajú, un dulce exquisito de la Sierra, son ejemplos de productos típicos.
Piscina del Real Balneario de Solán de Cabras
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