Alba de Tormes, tras los pasos de la Casa de Alba y de Santa Teresa de Jesús
La localidad salmantina de Alba de Tormes guarda un patrimonio interesante que ha sido declarado Conjunto Histórico. Aunque esta población es muy conocida por haber sido la morada final de Santa Teresa de Jesús, poca gente sabe que fue la cuna de la Casa de Alba, una de las familias con más abolengo de la nobleza española. En una visita por esta villa de la provincia de Salamanca es muy interesante seguir la ruta urbana que está señalizada por todo el casco antiguo.
Totem de la Ruta urbana de Alba de Tormes © Agustín Fernández Albalá
Este itinerario, que recorre la villa de arriba a abajo, empieza en el castillo ducal de la Casa de Alba, del que hoy solo se conserva la torre del homenaje. Dentro se pueden ver interesantes salas, como la que alberga las pinturas murales de la batalla de Mülhberg o el Aula de Interpretación. En lo alto de la torre se ha habilitado un mirador que ofrece espléndidas vistas de los alrededores.
Pinturas murales de la batalla de Müllberg © Santiago Santos
Bajando hacia el centro encontramos varios edificios: iglesias como las de San Juan o de Santiago, de influencia mudéjar, y la gran basílica inacabada de la Santa; el convento de los Padres Carmelitas; y el monasterio de la Asunción o de las Madres Carmelitas, que acoge el sepulcro y reliquias de Santa Teresa de Jesús y el Museo Carmelitano Carmus.
Convento de las Madres Carmelitas © David Arranz
Durante este paseo se pueden hacer varias paradas en los tradicionales talleres de alfarería de la localidad hasta llegar a la Plaza Mayor, eje central de la ruta y testigo de los quehaceres cotidianos de la villa. Desde aquí se llega al parque de El Espolón, una atalaya que desvela el origen de la población y la posición estratégica en que la convirtió el paso del río Tormes.
Vista de Alba de Tormes © Santiago Santos
Esta ruta urbana por Alba de Tormes es muy fácil de seguir ya que el viajero se puede incorporar en cualquier punto y se puede realizar en inglés y francés.
Alba de Tormes y Santa Teresa de Jesús
Hablar de Alba de Tormes es hacerlo de una de las escritoras más importantes del Siglo de Oro, autora, entre otras, de obras tan insignes como Camino de Perfección. Nacida en Ávila, Santa Teresa de Jesús pasó sus últimos días en el monasterio de la Anunciación de esta población salmantina. Hasta aquí vienen cada año miles de personas que quieren contemplar su sepulcro y rezar ante el corazón y el brazo incorrupto de la Doctora de la Iglesia. Por este motivo resulta de obligada visita el Museo Carmelitano Carmus, que cuenta con un gran patrimonio artístico y espiritual, además de las reliquias de la Santa abulense.
En Alba de Tormes está enterrada Santa Teresa de Jesús © David Arranz
Un buen momento para visitar Alba de Tormes es del 14 al 22 de octubre, cuando tienen lugar las Fiestas Patronales en honor de la Santa, declaradas de interés turístico regional. Durante estos días tienen lugar procesiones, en las que su imagen recorre las calles de la villa. También es un buen momento para degustar los peces fritos y las almendras garrapiñadas, entre otras delicias gastronómicas, típicas de la localidad albense.
Las Edades del Hombre y Santa Teresa de Jesús
La Fundación las Edades del Hombre, dedicada a promover y conservar la cultura de las once diócesis católicas en Castilla y León, llevó a cabo en 2015 la magna exposición de arte sacro que lleva su nombre. Esta edición se dedicó a “Teresa de Jesús, maestra de oración”, en el marco del V Centenario del nacimiento de la Santa. Cuatro sedes repartidas entre Ávila y Alba de Tormes, lugares donde nació y falleció la religiosa, dieron a conocer algunos de los aspectos más desconocidos de la personalidad de esta abulense universal.
Apostolado, en la iglesia de San Juan de Alba de Tormes © Santiago Santos
Así, en la histórica villa de Alba de Tormes se encuentra la cuarta sede de este gran evento en la basílica aún en construcción de la Santa. Este templo se comenzó a edificar a finales del siglo XIX gracias al impulso del obispo de Salamanca no solo para que albergara las reliquias de la Santa sino para que acogiera a la multitud de peregrinos que se acercan a venerar sus restos. Esta construcción de tres naves concebida en estilo neogótico se dejó de construir por falta de presupuesto.
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