Sallés Hotels: del Mediterráneo a la Toscana de Catalunya
Durante mi fin de semana en la comarca del Baix Empordà he tenido la suerte de conocer dos hoteles de la cadena Sallés Hotels que destacan por sus privilegiadas panorámicas y sus servicios de bienestar. Y es que pasar unos días en el norte de Catalunya es algo muy recomendable, sobre todo en mayo, cuando lo días se han hecho más largos, la temperatura es agradable y todavía el turismo de masas del verano no ha llegado. Esta zona se caracteriza por las verdes y suaves colinas del valle de Solius, al que llaman la Toscana de Catalunya, y las salvajes calas de la Costa Brava asomadas al Mediterráneo.
Por un lado, el Sallés Hotel & Spa Mas Tapiolas es un lugar ideal para desconectar del resto del mundo y relajarse en un entorno silencioso en el que solo se oye el canto de los pájaros y el repicar de las campanas del cercano monasterio cisterciense de Santa María de Solius.
El cuerpo central del hotel lo constituye una masía del siglo XIII, donde predomina el estilo fusión. En este sentido, si por un lado hay habitaciones más clásicas, dedicadas a un turismo familiar, por el otro, en la parte más antigua de la estructura, el diseñador y modisto Jordi Dalmau ha decorado las suites, cada una con un estilo y un tema diferente, hecho que otorga al Mas Tapiolas la denominación de hotel boutique.
Fuera del cuerpo central del hotel, sumergidas en el verde del valle y cerca del campo de golf del establecimiento, se encuentran las Suites Natura. Este conjunto de habitaciones premium representan la verdadera joya del hotel. Desde fuera estas suites se presentan como casitas independientes con parking privado y jardín cerrado con vistas al valle.
Al entrar en ellas se abre un mundo de sorpresas: un ventanal con vistas y, dependiendo de la suite, un amplísimo jacuzzi o una piscina larga de casi 6 metros climatizada dentro la habitación. Os aseguro que estas estancias representan uno de los lugares mejores del mundo para disfrutar del dolce far niente.
Tras haberme sumergido en la bucólica atmósfera del Mas Tapiolas, al día siguiente fui a dejarme acariciar por la brisa del mar en Sallés Hotel & Spa Cala del Pi, una antigua casa de verano asomada a una coqueta cala a la que se puede acceder directamente desde el establecimiento, enmarcada por altos pinos y pintada con los colores del Mediterráneo.
Y, si preferís no bajar a la playa, en la gran terraza del hotel, con vistas al mar, se puede disfrutar de la piscina con su solarium. El Sallés Hotel & Spa Cala del Pi cuenta también con un spa de más de 600 m2, donde se encuentran instalaciones exclusivas como la cueva de sal y la cueva de hielo, además de tratamientos y rituales de belleza.
Otro atractivo del hotel es su cocina que tiene al chef Enric Herce, que está al frente del Restaurante Rosa dels Vents.
Aquí se pueden degustar platos construidos sabiamente, en equilibrio perfecto entre las ancestrales tradiciones de los pueblos del mar e innovadoras técnicas actuales. Un sabroso punto y final a mi estancia en el Sallés Cala del Pi, sin duda mucho más que un hotel.