San Vicente de la Barquera, entre la montaña y el mar
San Vicente de la Barquera, ubicada junto al Parque Natural de Oyambre, es una de las estampas más típicas de lo que es Cantabria: mar y montaña. La foto de esta villa es la de la barca con un pescador en la ría, recortándose sobre un fondo en el que los edificios históricos de San Vicente se funden con los Picos de Europa.
San Vicente es una localidad eminentemente marinera y pescadora, cuenta con magníficas playas de distinta personalidad, desde El Merón, un largo y extenso arenal, a playas, como Gerra o Santillán, que se abren bajo abruptos acantilados o El Sable, una pequeña playa bañada por las calmas aguas de la ría de San Vicente. Pero todas ellas tienen como denominador común sus transparentes aguas y el mantenerse casi vírgenes y rodeadas de praderías, alguna granja, montes…
Su puerto fue y sigue siendo el centro de la actividad de los habitantes de la villa. Además, este enclave fue etapa fundamental del Camino a Santiago por el norte, y desde ella éste se bifurcaba en la ruta de peregrinación que conducía a Santo Toribio de Liébana, siguiendo el curso del Nansa. En el patrimonio arquitectónico de San Vicente de la Barquera destaca su Puebla Alta, declarada Conjunto Histórico Artístico, y entre cuyos edificios más significativos se encuentra el castillo del s XIV, uno de los pocos que se conservan en la cornisa cantábrica.
La iglesia de Santa María de los Ángeles, de estilo gótico cuya construcción se inició a finales del s. XIII, el hospital de la Concepción o la casa del inquisidor corro-actual ayuntamiento- son, entre otros, parte de su patrimonio arquitectónico. Muchos de los edificios antiguos de San Vicente de la Barquera fueron construidos para acoger a los peregrinos que hacían el Camino de Santiago por la costa.
ÍNDICE / CONTENIDO
Patrimonio de San Vicente de la Barquera
Iglesia de Santa María de los Ángeles
Fue mandada construir por el rey Alfonso VIII, siguiendo el estilo gótico borgoñón. Las obras se prolongaron a lo largo de los siglos XIII, XIV y XV, y sufrió una notable ampliación a principios del XVI. En 1521 se construyó la capilla de San Antonio, propiedad de la familia Corro, en la que se hallan enterrados varios miembros de este linaje, destacando el sepulcro del Inquisidor Antonio Corro, canónigo de la catedral de Sevilla, uno de los mejores ejemplos de escultura renacentista española.
Casa consistorial
Fue originalmente el Hospital de la Concepción para doce pobres fundado por el inquisidor Antonio Corro. De estilo renacentista muy elaborado, se relaciona con el de algunos arquitectos andaluces.
Casa Corro
Construida hacia 1500 probablemente por los abuelos del inquisidor Antonio Corrro, presenta una fachada con portada de arco de medio punto, ventanas con arcos escarzados y escudo con el ángel sosteniendo la Cruz de la Victoria, armas de la familia Corro.
Castillo del rey
El conjunto defensivo de la villa estaba compuesto por la muralla, el castillo, la alta torre de la parroquia e, incluso, los puentes. La muralla rodeaba todo el centro de la parte alta de San Vicente y se abría mediante cuatro puertas: la de Asturias, la de la Mar, la de Santander y la del Peral. Aunque la tradición data el castillo en el siglo IX, el edificio que se conserva debe datar del siglo XIII, con añadidos posteriores. Está formado por un cuerpo de planta rectangular abovedado con medio punto, al que se adosan dos torres, al oeste una pentagonal y al este una de planta cuadrada.
Gastronomía de San Vicente de la Barquera
La gastronomía de esta villa es de marcado carácter marinero, y su plato más representativo es el sorropotún, el guiso de patatas y bonito del norte que se elabora desde hace generaciones en las cocinas de los barcos pesqueros cuando salen a hacer la campaña del bonito. Pescados de roca, bonitos, sardinas, bocartes, mariscos… junto con productos de las pequeñas huertas de la zona, componen la despensa de este pueblo, que durante los meses estivales se convierte en un animado y concurrido destino turístico.