Las cinco cimas más emblemáticas de La Val d’Aran
La Val d’Aran cuenta con más de medio centenar de cimas situadas por encima de los 2.000 metros. En este artículo vamos a destacar las cinco cumbres o tucs (en aranés) de esta comarca de Catalunya que por su belleza, su historia o simplemente por su ubicación son las más emblemáticas de este territorio.
Así que prepara tu calzado de montaña, consulta la previsión meteorológica y reserva todas tus fuerzas para subir a estas montañas que hacen de la Val d’Aran un destino perfecto para disfrutar de la naturaleza.
Para hacer más cómodo y seguro el recorrido es más que recomendable contratar los servicios de alguno de los guías titulados de montaña de la Val d’Aran.
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Montcorbison, la más accesible
El Montcorbison está justo en el centro de la Val d’Aran por lo que regala unas vistas panorámicas extraordinarias del valle pudiendo divisar la mayoría de las poblaciones del Alto y Bajo Aran. Montcorbisson es una montaña de 2.173 metros bastante accesible.
Tan solo se tiene que salvar un desnivel de 560 metros y la ascensión dura aproximadamente poco más de dos horas y media. Por su baja dificultad, el Montcorbisson es una de una de las cimas más visitadas de Aran.
La excursión comienza en Gausac por la pista asfaltada que conduce hasta la Bassa d’Oles y que atraviesa el bosque de Baricauba hasta el refugio dera Piusa, donde se dejan los coches.
Desde aquí y por un terreno repleto de prados caminamos hacia el suroeste hasta la falda del Montcorbison. El itinerario está muy bien marcado con señales amarillas por lo que es imposible perderse.
Un consejo: es recomendable hacer la excursión muy pronto por la mañana ya que es muy probable que veamos fauna salvaje como corzos, ciervos y rebecos en la parte alta.
Montlude, la montaña mágica
El tuc de Montlude, de 2.518 metros, es conocido como la “Montaña de la Luz”. Es un pico ubicado en el Bajo Aran al que se puede ascender desde todas sus vertientes.
La subida más habitual al Montlude es desde Vilamòs por la pista de Uishera pero el itinerario más bonito y por eso es el que os recomendamos es el que recorre el Estanh de Laujò y el paso de Barracomica, en el norte de la cima. Es un camino que tiene dificultad media y un desnivel de 1.130 metros.
Así, con un 4×4 subiremos por la pista de Portet desde la pequeña población de Les. Tras dejar atrás la pista asfaltada y el cruce de Bordius se llega a una señal con un indicador que marca el comienzo de la ascensión por el Estanh de Laujò.
La excursión es larga, de unas tres horas y media, pero los paisajes y las diferentes panorámicas que se van descubriendo hacen la caminata muy agradable. La llegada final al Tuc deth Montlude por su vertiente este permite descubrir una de las vistas más imponentes del macizo de la Maladeta.
En la actualidad se está desarrollando el proyecto “Montlude Mágico” que recupera y promueve los itinerarios de ascenso ancestrales desde cinco pueblos del la Val d’Aran (Vilamòs, Arres, Bossòst, Les y Canejan).
Montardo, la montaña mítica de la Val d’Aran
No hay ningun tipo de duda. Si tuviéramos que elegir cuál es el tuc más emblemático de la Val d’Aran la respuesta es clara: el Montardo que es, a su vez, un increíble mirador del Parc Nacional d’Aigüestortes y de los lagos que allí se esconden.
El Montardo siempre está omnipresente en el paisaje de Arties, localidad que custodia con su imponente silueta.
La aproximación a la cima de alta montaña más conocida de la Val d’Aran se hace desde Arties para después realizar un ascenso por el refugio dera Restanca.
El Montarto tiene una altura de 2.833 metros y su subida es difícil ya que está repleta de empinadas pendientes alternadas con esperados descansos. La ascensión al Montardo es de poco más de cuatro horas y cuenta con un desnivel de 1.475 metros.
El recorrido está muy bien señalizado con marcas de GR (blancas y rojas) por lo que es fácil de seguir. El primer tramo tiene zonas empedradas que remarcan la importancia de estos caminos de montaña durante los años 40 cuando se construyeron las centrales hidroeléctricas.
Maubèrme, el más tímido
El Maubèrme, de 2.882 metros, es una de las montañas más bellas de los Pirineos. Esta situada en el límite norte de la Val d’Aran, en la frontera con Francia, la parte más desconocida y menos visitada de la comarca.
Por este motivo el majestuoso Maubèrme es una auténtica sorpresa para el visitante. Aquí embelesan los paisajes de prados alpinos con el lago de Montoliu como protagonista y las antiguas minas de Urets.
Al Maubèrme se accede por la pista forestal desde Bagergue hasta el Plan de Tor donde se aparcan los vehículos. La excursión parte desde el lago Montoliu, se accede al Pòrt d’Urets por los restos de las minas abandonadas, y se rodea la falda del Tuc de Maubèrme para atacar la cima por su canal noroeste.
El ascenso es largo y difícil, de una duración de unas cinco horas, y el desnivel que se salva es de 820 metros. El descenso se puede hacer por el mismo sitio o por el oeste donde se encuentran los lagos de Maubèrme y el Estanh de Liat.
Molières, el más alto de la Val d’Aran
El tuc de Molières, de 3.010 metros, es el techo de la Val d’Aran y su cima hace de línea divisoria natural entre Catalunya y Aragón de norte a sur. Es uno de los tres miles más accesibles de los Pirineos aunque la excursión está catalogada como difícil.
La ascensión más habitual, que dura aproximadamente cuatro horas y tiene un desnivel de 1.415 metros, comienza en la boca sur del Túnel de Vielha. Al inicio de la excursión se cruza una zona de prados y un bosque de hayas donde el sendero se encuentra tematizado con información sobre las zonas húmedas de alta montaña.
Dos cascadas dan la bienvenida al paisaje alpino que acompañará al senderista hasta la cima. Un moderno refugio situado a 2.400 metros ofrece cobjio en caso de necesidad y una buena comida para reponer fuerzas para continuar hasta la cumbre.
Estas cinco montañas son una pequeña muestra de los tesoros que esconde la Val d’Aran, un territorio de naturaleza superlativa.
Más información: www.visitvaldaran.com/senderismo/