Dicen que me voy para La Gomera
La pasada edición de Fitur acudí a la presentación que Turismo de La Gomera realizó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. En ese evento las intervenciones del periodista y escritor, Juan Cruz, y del bloguero Paco Nadal me dejaron con las ganas de saber más sobre esta isla canaria.
Por este motivo, cuando recibí la invitación de Turismo de La Gomera (en colaboración con Travelplan y Air Europa) para visitar la cuna del silbo, no dudé en aceptarla. Y desde el momento en que me enviaron el programa no he dejado de cantar la famosa isa Dicen que te vas para La Gomera.
Voy a tener la suerte de hacer una excursión en barco, para contemplar ballenas y delfines en libertad. La Gomera es una de las zonas del planeta con mayor diversidad de cetáceos del mundo. Los delfines que viven en la franja marina de Playa Santiago- Valle Gran Rey tienen una constitución genérica única y residen de forma permanente en La Gomera desde hace muchos años. Por algo será.
En La Gomera la naturaleza es la gran protagonista. Recuperada del incendio que afectó en 2012 a un 8% de su superficie, en esta isla, considerada una meca del denominado turismo slow, hay espacios protegidos como el barranco de Erque y la Fortaleza, pitón fonolítico declarado Monumento Natural, en el cual se han encontrado abundantes yacimientos arqueológicos por ser un lugar donde los aborígenes celebraban sus ritos religiosos.
Tanto desde el caserío de Chipude como desde el Mirador Cesar Manrique, obra del reconocido artista lanzaroteño, se tienen unas vistas maravillosas de la isla. Desde este último se puede disfrutar de una panorámica de Valle Gran Rey, rodeado por los macizos de Teguerguenche y La Mérica. También son espectaculares las vistas desde el Mirador Morro de Agando, en las cumbres de Tajaqué, ya que está rodeado por tres Espacios Naturales Protegidos: el Parque Nacional de Garajonay, el Monumento Natural de Los Roques y la Reserva Natural Integral de Benchijigua. Dentro de esta panorámica destaca el impresionante conjunto de pitones volcánicos, el de mayor altitud Agando (1.246 m), una antigua chimenea volcánica a la que millones de años de erosión han dejado al descubierto.
Voy a tener la suerte de perderme, en sentido figurado obviamente (eso espero), por la naturaleza de esta isla colombina (fue el último punto de avituallamiento de Cristobal Colón antes de su primer periplo a América). En el viaje me espera una caminata por el Bosque Cedro y por el Jardín de Las Creces, en pleno Parque Nacional de Garajonay, donde podré disfrutar de la impresionante y cambiante a su vez naturaleza gomera.
Esta isla cuenta con pueblos preciosos. Dos ejemplos son Hermigua, ubicado en un valle cubierto de pequeñas terrazas de plataneras y sembrado de pintorescos caseríos, y Agulo, que cuenta con un pintoresco casco antiguo de calles empedradas y casonas de teja rodeadas de fértiles huertas de cultivo.
Patrimonio cultural de La Gomera
La Gomera es la cuna del silbo, auténtico lenguaje silbado declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. De esta manera y desde tiempos remotos los gomeros se han comunicado entre ellos, salvando la complicada orografía insular. En el Mirador de Igualero se encuentra el Monumento al Silbo Gomero.
Por último, tendré la oportunidad de conocer en el Centro de Interpretación “Las Loceras”, en el municipio de Vallehermoso, el proceso de elaboración de la cerámica típica gomera, donde se le da forma al barro, a mano y sin torno, desde tiempo prehispánicos. En sus alrededores hay antiguos talleres de alfarería donde podré ver in situ su trabajo.
Todo esto lo voy a conocer prácticamente en dos días por lo que la agenda del viaje va a ser un tanto apretada. No obstante, La Gomera es una isla pequeña en lo que a superficie se refiere. Por este motivo espero que el ritmo no sea acelerado. Al fin y al cabo, voy a conocer un destino slow. Eso espero.
De mi infancia yo recuerdo
con detalles y cariño
el pueblo donde naci
que llama, Los Aceviños.
Es un valle campesino
dividido por cañas
que forma parte del Garajonay
el rey de la laurisilva.
Donde mis pulmones se abrieron
a los perfumes de los brezos, las hayas, los laureles,
m
embrillero
Un relato de lo más entretenido y unas fotografías preciosas. La Gomera es un paraíso que desde luego hay que visitar. Saludos!!