Las mejores propuestas culturales del Camino de la Ría de Muros Noia

Con frecuencia calificamos a la Ría de Muros Noia como un territorio eterno. Conforma una comarca de gran tradición, con poblaciones históricas que se han mantenido muy estables, salvaguardando su identidad. El resultado de todo esto es un rico patrimonio que acompaña al peregrino en su caminar.

Vídeo Camino Marítimo de la Ría de Muros Noia

Muros, la marinera

Muros es uno de los mejores ejemplos de pueblo marinero de España. Muy bien conservado, su personalidad es tan fuerte como los arcos de sus soportales. Muros es piedra. Los primeros pasos del camino se inician en una población cuyo interés turístico ya se reconoció hace más de 50 años. Elementos como el Santuario de la Virgen del Camino nos indican la gran tradición de peregrinos y también la estrecha relación entre la iglesia y los marineros del gremio de mareantes.

Las visitas guiadas de Muros, auga e sal, hablan de esa relación. Durante el itinerario se pasa por el extraordinario molino de mareas del Pozo do Cachón, se ven restos de empresas de salazón y sobre todo se disfruta de la cercanía del mar y de las numerosas playas de la ría.

Santuario de la Virgen del Camino

Abelleira sorprende por la delicadeza de su contorno marítimo, que en Esteiro tiene un contrapunto con mayor bullicio. Hórreos como los de Bornalle acercan al patrimonio etnográfico. Llegando a Outes, el recuerdo de sus antiguas carpinterías de ribera se hace muy presente. 

Rumbo a Noia

Cruzar Pontenafonso retrotrae a la Edad Media en un escenario grandioso, parte de la Red Natura 2000. Cada vez estamos más cerca de Noia, donde se juntan los dos caminos: el que parte de Muros y el que viene desde Porto do Son. El cruceiro de Eiroa, uno de los más hermosos de Galicia, da la bienvenida a la pequeña Compostela. 

Pontenafonso.

La villa medieval de Noia cuenta con suficientes encantos para el paseo. Y con alguna peculiaridad como su Museo de Lápidas Gremiales, situado en la iglesia desacralizada de Santa María A Nova (siglo XIV). Se trata de uno de los museos más singulares del mundo. La bella alameda nos acerca a la Plaza del Tapal, donde la espectacular iglesia de San Martiño será testigo de la unión de nuestros dos caminos.

Praza do Tapal, Noia

También desde Porto do Son

El camino del sur se inicia en Porto do Son, ceca de su Atalaia. Andando hacia Portosín llama la atención el gran número de petos de ánimas y cruceros. Este tramo del camino tiene una constante: la presencia de la  ría siempre a nuestro lado y el Monte Louro al horizonte. Durante el trayecto se puede imaginar cómo de extraordinarias son las vistas desde los montes que se van dejando a la derecha: Enxa, Iroite, San Lois…

Playa de Baroña, Porto do Son

Una vez reunidos en Noia, el camino de la Ría Muros Noia se dirige la Lousame y la parada obligatoria es en San Xusto de Toxosoutos, monasterio cisterciense situado en junto al río del mismo nombre, en una zona de enorme belleza, donde el verde se expande entre cascadas y meandros.

Fundado a principios del siglo XII a los pies del Río San Xusto de Lousame, con el tiempo pasó a ser uno de los catorce monasterios cistercienses más importante de Galicia. En la actualidad solo se conservan su molino, sus casa rectoral y su iglesia, todo un ejemplo de barroco rural.

Plaza Mahia Bertamiráns

La ría ya queda atrás y el camino se adentra en el interior de la provincia por Brión, Rois y Ames hasta llegar a Compostela. Estas tierras de hórreos y pazos nos acercan con calma hasta nuestro destino: dar un abrazo al Apóstol Santiago.