Una visita en familia por la Tarraco romana
Visitar Tarragona en familia es una actividad que hemos hecho recientemente y que recomendamos desde ya a los padres con sus hijos. Y es que, la antigua Tarraco romana, que estaba destinada a ser eterna e inmortal como el imperio que dominaba todo el Mare Nostrum, es muy atractiva tanto para los mayores como los más pequeños que escuchan embelesados las historias de gladiadores, fieras y carreras de cuadrigas.
Nuestro recorrido, que duró aproximadamente desde las 9.30 hasta las 13.30, comenzó en la Puerta del Roser, una de las entradas que se abrieron en la muralla romana en la época medieval. Aqui tienes dos opciones: o bien recorrer el Paseo Arqueológico alrededor de la muralla o bien entrar directamente en la ciudad. La Puerta del Roser fue el punto de encuentro con nuestra guía, Geòrgia, quien antes de empezar el recorrido sentó a todos los que participábamos en la visita en los jardines del Camp de Mart para explicarnos cómo era la Tarraco romana y cómo estaba distribuida la ciudad hace 2.000 años.
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Una muralla imbatible
A continuación nos dirigimos a las muralla de Tarraco que tienen dos milenios de Antigüedad y que han sobrevivido a multitud de conflictos bélicos. Cabe destacar que los romanos eran unos ingenieros excelentes por eso no es de extrañar que este monumento haya llegado en tan buen estado hasta nuestros días. Precisamente uno de los detalles que más nos llamó la atención (por eso está muy bien hacer los recorridos con guía) es el cañonazo que luce la muralla de la época de la Guerra de la Independencia.
Después de entrar en el casco antiguo de Tarragona, también llamado Part Alta, nuestra próxima parada fue en la Catedral de Santa Tecla, ubicada donde hace dos mil años estuvo el templo de Octavio. Aquí había una escultura gigante del emperador que se cree que llegó a medir 8 metros de altura. Se ha podido hacer ese cálculo porque se encontró un fragmento de esta escultura, concretamente, una falange de un dedo del pie. Este hallazgo se conserva en el Museo Arqueológico de Tarragona (MNAT), que acoge muchas piezas encontradas de la Tarraco romana.
La calle más instagrameable de Tarragona
Desde la catedral nos dirigimos a la que es sin duda la calle de Tarragona que más aparece en las redes sociales. Se trata de la calle del Comte, llamada también Pilon’s Street. Los vecinos de esta calle se dedicaron a pintar de diferentes colores los pilones de las calles y han conseguido que un elemento urbano más bien feo sea ahora el protagonista de muchas de las fotos de Tarragona que se suben a las redes. De hecho mucha gente de Tarragona y de las redes ya conoce a la calle del Comte como Pilons’s Street.
El circo romano de Tarraco
El paseo continuó por el Pretorio, una torre de época romana que conectaba la ciudad baja con el foro y después visitamos el circo. De esta construcción nos llamó la atención lo bien conservada que está. Una de las razones es porque estaba hecho a base de cemento y esto imposibilitó que la gente, cuando llegó la caída del Imperio Romano, se llevara las piedras para construir otros edificios.
El circo de la antigua Tarraco era el lugar donde tenían lugar las carreras de bigas y cuadrigas. Tenía capacidad para 25.000 personas (Tarraco llegó a tener unos 40.000 habitantes) y 50 puertas de acceso. Nosotros entramos por una de las que se conservan y realmente tenía una altura impresionante. También anduvimos por uno de los túneles por donde se movía la gente que trabajaba en el circo.
Las carreras eran verdaderos espectáculos y se sabe que la gente comía en las gradas porque se han encontrado restos como caparazones de pipas, semillas de frutas y huesos de animalitos, entre otros. Había hasta tiendas de souvenirs, las tabernae, que estaban ubicadas en los laterales del circo. También se sabía que la gente se vestía del color de su auriga favorito por lo que existían aficiones. En definitiva, las carreras de cuadrigas eran espectáculos en toda regla.
El anfiteatro de Tarraco
Vimos también el anfiteatro, que tenía capacidad para 14.000 personas, en el que luchaban los gladiadores y donde también tenían lugar espectáculos con animales. Gracias a la guía, los niños aprendieron que los gladiadores raramente luchaban a muerte porque era gente profesional que cobraban dinero y su vida tenía un coste por lo que se les llevaba a la enfermería y no se les dejaba morir en la arena.
Tampoco se hacía el signo del pulgar hacia arriba para salvar la vida y pulgar hacia abajo para condenar a muerte a alguien como se ha visto en las películas. Se cree que levantaban el brazo y bajaban el brazo para dar estas órdenes, ya que estos gestos eran mucho más visibles. En el anfiteatro de Tarraco se conservan los restos de una basílica visigótica, construida con motivo de la ejecución del obispo de Tarragona y sus diáconos en el siglo III, sobre la cual se levantó la iglesia medieval de Santa María del Miracle.
La Tarraco romana se puede conocer gracias a una visita guiada o bien con un free tour por la ciudad.
El acueducto de las Ferrreres
La visita acabó en las afueras de Tarragona concretamente en el acueducto de Les Ferreres, más conocido como Pont del Diable, otra obra primordial de la ingeniería romana del siglo I. Este acueducto llevaba a Tarragona el agua del río Francolí. Aunque solo se conserva un fragmento se sabe que tenía una altura de 27 metros de alto y casi dos metros de ancho.
Si vienes desde Barcelona por la autopista AP7 hay una salida con un área de descanso donde puedes detenerte, aparcar y contemplarlo. Nosotros dejamos el vehículo en el parquing de la N-240 dirección Lleida (a 4 km. de Tarragona) y desde allí dimos un paseo hasta el acueducto y pudimos contemplarlo desde abajo. A continuación subimos un pequeño trecho y lo cruzamos de lado a lado. Es una excursión muy segura para realizar con niños pequeños y es muy divertida ya que dan un paseo por la naturaleza mientras conocen un monumento con mucha historia.
El Conjunto Arquitectónico de Tarraco es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es la única ciudad de Catalunya que tiene esta distinción.
¿Dónde comer?
Restaurante La Morada
Calle de la Cuirateries 20
43003 Tarragona
Tienen menús de 12 euros para los niños. Los adultos pueden pactar un menú por unos 25 euros.
¿Dónde dormir en Tarragona?
Uno de nuestros establecimientos favoritos de Tarragona es el hotel H10 Imperial Tarraco no solo por sus habitaciones sino por su terraza que tiene una de las mejores vistas de la ciudad catalana.
Recomendación final
A nosotros nos encantó nuestra guía, Geòrgia, de Itinere Turisme i Cultura. Podéis poneros en contacto con ella en itinere@turismedetarragona.com.
Más información:
Y de postre un reel de la visita
Consejos para viajar seguros y prevenidos
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