Cantabria, ruta turística desde Santander hasta San Vicente de la Barquera
Cantabria es infinita como bien dice su eslogan de promoción turística. Y es interminable porque sus encantos son innumerables, ya estén ubicados en la costa, en la montaña o bajo tierra.
En este sentido, el subsuelo de la comunidad cántabra cuenta con más de 6.500 cuevas (diez de ellas Patrimonio Unesco de la Humanidad), cifra que supone un patrimonio geológico de excepción (de hecho se equipara siempre a Cantabria con un queso Gruyère).
Su capital, Santander, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, la cueva El Soplao y las localidades de Santillana del Mar y de San Vicente de la Barquera, entre otros lugares, son algunos de los enclaves que he visitado en mi último viaje a Cantabria, una región de ilimitadas posibilidades y en las que historia, patrimonio, naturaleza, cultura y gastronomía son sus mejores abanderados.
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Vídeo de Cantabria
Empezaré mi reportaje hablando de Santander, la capital de Cantabria, ciudad elegante como ninguna otra que haya visitado. Moderna y cosmopolita, Santander es un lugar perfecto para quienes quieran disfrutar y relajarse en cualquiera de sus doce playas de fina arena y en los preciosos paisajes naturales que la rodean como los jardines del Piquío, que separan las dos playas de El Sardinero.
Museo Marítimo del Cantábrico
La bahía santanderina es una de las estampas más famosas de la capital y es sin duda uno de los lugares más hermosos de la costa cántabra. En la playa de los Peligros, en el mismo corazón de la bahía, se encuentra el nuevo Museo Marítimo del Cantábrico, un espacio dedicado plenamente al mar y a las gentes que han trabajado toda su vida por y para él.
Un esqueleto de un rorcual de veinticuatro metros y otro de un cachalote de nueve metros (ambos especímenes encontrados en el siglo XIX) dan la bienvenida a todos sus visitantes que podrán conocer, entre otras cosas, cómo vivían antaño los marineros y pescadores que faenaban en las aguas del Mar Cantábrico
Deportes náuticos en Santander
Santander es un lugar ideal para practicar actividades deportivas náuticas ya que cuenta con dos puertos deportivos. Prueba de la importancia de los deportes acuáticos es que la capital de Cantabria ha sido sede de varios eventos como el Campeonato del Mundo de Vela Olímpica.
Así, son muy típicos y muy recomendables los viajes en lancha que parten del muelle hacia la playa Puntal o hacia Pedreña y Somo. Durante estos trayectos se puede contemplar una estupenda panorámica de Santander.
Podría dedicar más de un reportaje para hablar de Santander pero ésta no es mi intención ya que quiero plasmar en este texto cuáles son los puntos más interesantes que recorrí en mi última estancia en Cantabria.
Así, ahora voy a dejar de un lado los encantos marítimos de la ciudad santanderina para trasladarme a escasos 20 kilómetros de la capital y hablar de uno de los espacios naturales cántabros que más en boga está en estos momentos: el Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Cabárceno, mucho más que un parque de la naturaleza
Criticado por uno y admirado por otros. Suena tópico pero realmente el Parque de la Naturaleza de Cabárceno no deja indiferente a nadie. Con más de 750 hectáreas de superficie, Cabárceno es un espacio natural de intensa belleza kárstica creado por la mano del hombre.
No es una paradoja ya que este parque, que fuera otrora una antigua mina a cielo abierto, es fruto del trabajo del ser humano codo con codo con la naturaleza. Así, este parque lo recorren más de 20 kilómetros de carreteras que atraviesan los diferentes recintos donde viven en régimen de semilibertad más de cien especies de animales procedentes de los cincos continentes.
En el Parque de la Naturaleza de Cabárceno los que disfrutan realmente son los niños porque pueden ver en tan sólo un día la mayoría de los animales que están acostumbrados a ver en televisión o en un zoológico. En el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, gorilas, tigres, elefantes e hipopótamos que habitan en él no viven en jaulas sino en espacios amplios en los que pueden desarrollar una vida bastante similar a la que tendrían en libertad.
No obstante, en el parque hay algunas historias tristes como la de la elefanta Cristina, repudiada por los otros miembros de su especie, y a la que los cuidadores del parque le tienen un cariño especial.
Sin duda alguna los verdaderos protagonistas de Cabárceno como no podrían ser de otra manera son los osos pardos, que campan a sus anchas en uno de los mayores recintos del parque. Uno de los ejemplares que se hizo muy famoso fue el osezno Aragón al que los niños dedicaron una canción.
Cueva El Soplao
Acabado mi periplo por Cabárceno ahora quiero hablar de la que es, en mi opinión, una de las joyas geológicas más impresionantes de España y, por qué no decirlo, de todo el mundo: la Cueva El Soplao.
Está situada en el valle de Cabuérniga, entre los municipios de Valdáliga, Herrerías y Rionansa, y la verdad es que me he quedado impresionada. A poco más de sesenta kilómetros de Santander y enclavada en un entorno de una belleza natural sin parangón, El Soplao es sin duda un verdadero capricho geológico.
La Capilla Sixtina de la Geología
Cuando entras en la Cueva El Soplao, llamada también y con gran acierto Capilla Sixtina de la geología, descubres un mundo subterráneo con increíbles paisajes interiores frutos de la acción caprichosa de la naturaleza.
Lo primero que pensé cuando la visité por primera vez fue qué debieron pensar los mineros que la descubrieron allá por el siglo XIX cuando trabajaban en la antigua explotación de La Florida. Sinceramente, se debieron quedar de piedra y nunca mejor dicho.
¿Por qué es tan importante la Cueva El Soplao? Porque es el único emplazamiento en el mundo que cuenta con miles de formaciones excéntricas, también llamadas helictitas, de un intenso no-color blanco.
Visitar esta cueva no es sólo recomendable sino indispensable. El recorrido, adaptado a personas con movilidad reducida, dura aproximadamente una hora a través de dos de sus galerías: La Gorda y Los Fantasmas, esta última llamada así por las formas un tanto fantasmagóricas que han adquirido las estalagmitas allí presentes.
En el Soplao se descubrió hace ya unos años un yacimiento de ámbar azul con bioinclusiones (con insectos o plantas en su interior) que se corresponde al Cretácico inferior y, por otra parte, porque también se han encontrado estromatolitos, que son formaciones fósiles de óxido de manganeso creadas por bacterias. Normalmente, los estromatolitos son de carbonato cálcico de ahí la importancia del hallazgo.
De la Capilla Sixtina de la geología a la del Arte Rupestre: Cuevas de Altamira
Cantabria puede presumir de tener dos “Capillas Sixtinas”: una geológica, la anteriormente mencionada Cueva El Soplao, y otra del arte rupestre: las Cuevas de Altamira abiertas de nuevo al público desde el año 2015 tras un período de renovación aunque son pocos los afortunados que pueden entrar (cinco personas cada viernes) mediante un sorteo que se hace entre los visitantes del recinto.
Museo de Altamira
No obstante es más que recomendable conocer el Museo de Altamira, un espacio ubicado justo al lado de las cuevas originales y en el que encontramos una neocueva donde se reproducen fielmente las pinturas rupestres que dejaron nuestros más remotos antepasados y que es considerado el primer arte de la humanidad.
Santillana del Mar
El Museo de Altamira está a dos kilómetros de Santillana del Mar, para muchos, el pueblo más bello de España. Santillana del Mar, en cuyo nombre dicen que hay tres mentiras (no es santa, ni llana, ni tiene mar), es una localidad totalmente medieval por los edificios que se conservan y por sus calles empedradas, entre otros elementos.
Tuve la oportunidad de contemplar esta población en dos contextos muy diferentes pero ambos con encanto: bajo una intensa lluvia y con un sol espléndido. Cantabria no sería tan verde sin la lluvia, que le confiere al paisaje cántabro ese verde tan intenso, por lo que es de esperar que durante las estaciones frías pueda caer un buen chaparrón en cualquier momento. Y como no podía ser de otra manera, ocurrió.
Santillana del Mar nos recibió con un chaparrón de aúpa y tuvimos que guarecernos bajo los soportales de la Plaza Mayor, con una vista privilegiada hacia el Parador Nacional Gil Blas.
Cuando llueve, Santillana del Mar adquiere un aura de misterio que la traslada todavía más a la época medieval. Pero la lluvia cesó y dio paso a un sol radiante que nos acompañó durante toda la visita a Santillana del Mar y pude conocer su monumento más insigne: la Colegiata de Santa Juliana.
De la medieval Santillana a la marinera San Vicente de la Barquera
Y para poner punto y final a este reportaje me gustaría hablar de una de las denominadas cuatro villas marineras de Cantabria: San Vicente de la Barquera. Seguro que os habéis quedado con las ganas de saber cuáles son las otras tres localidades que forman parte de este cuarteto que tuvo gran relevancia comercial y portuaria durante el siglo XV. Pues éstas eran Santander, Laredo y Castro Urdiales.
San Vicente de la Barquera es una población eminentemente marinera que me inspiró una gran tranquilidad. Divisar desde el Castillo del Rey sus hermosas playas que se abren hacia el noroeste fue uno de los mejores regalos que me hizo para la vista esta población.
El Castillo del Rey, que empezó a edificarse a principios del siglo XIII sobre una antigua construcción del siglo VIII, es el mejor ejemplo de fortaleza defensiva de toda la región. Hoy en día en su interior alberga una exposición permanente sobre la historia y la naturaleza del municipio, además de interesantes exposiciones temporales.
Para acabar os voy a explicar una tradición que muchos barquereños todavía siguen cuando cruzan el impresionante Puente de la Maza, una gran obra de la ingeniería medieval que empezó a construirse en el siglo XV y que cuenta con treinta y dos arcos.
Muchos lugareños todavía hoy atraviesan el puente sin respirar porque se decía que si inspirabas mientras lo cruzabas, no te casabas. Obviamente no les voy a recomendar esta hazaña pero si que os voy a avisar de una cosa: muchos paisajes cántabros os pueden quitar la respiración.
Guía práctica de Cantabria
¿Dónde dormir en Cantabria?
En Santander
Hotel Bahía (Santander, Plaza Alfonso XIII Tel. 942205000)
¿Dónde comer en Cantabria?
En Santander
Restaurante Sixtina (C/ Del Son, 47.Tel.942219595)
Restaurante Riojano (C/ Río de La Pila, 5. Tel. 942216750)
En Monte
Restaurante Tonino (Tel. 942320182)
En Ruente
Casa Nacho (Tel. 942709125)
En San Vicente de la Barquera
Restaurante Boga-Boga (Plza. José Antonio, 9 Tel. 942710135)
Más información: Turismo de Cantabria
Más reportajes sobre Cantabria en la web: Una ruta por la comarca cántabra de Liébana
Más información: https://turismodecantabria.com/inicio