Otoño en las Montañas de la Costa Daurada
Las Montañas de la Costa Daurada ofrecen todo lo que deseas para disfrutar, con todos los sentidos, de una escapada de otoño: paseos con miradores únicos, pueblos con mil rutas para visitar y descubrir, ermitas y restaurantes que ofrecen gastronomía de quilómetro cero así como actividades deportivas para todos los gustos.
Vídeo Baix Camp
Estas son unas montañas ideales para el turismo familiar y en pareja en un marco de naturaleza privilegiado en el interior de la provincia de Tarragona.
Otoño es la estación del año que permite gozar de la transición entre el calor del verano y el frío más duro del invierno. Durante estas semanas de tiempo suave se pueden ver paisajes de tonalidades mágicas en el que las setas se apoderan del sotobosque.
El encanto rural y mediterráneo es el denominador común de los pueblos del interior de la comarca tarraconense del Baix Camp. Para los amantes de la montaña y del senderismo, destacan las sierras de Llaberia, Pradell-l’Argentera y Prades donde se encuentran caprichos naturales como los cingles de la Mussara o el Tossal de la Baltasana (1.200 metros), entre otros. Todos ellos son espacios idóneos para la práctica de actividades en la naturaleza para todos los gustos como la hípica, la escalada y el senderismo.
Este otoño, además, las Montañas de la Costa Daurada ofrecen más de veinte rutas señalizadas y con distintos grados de dificultad. «La cabecera del rio Siurana», «Maquis entre avellanos» o «Del río Brugent a la cima de las Montañas de Prades» son algunas de las excursiones que se proponen y detallan. La mayoría de las propuestas se pueden completar en un día, pero también se contemplan otras opciones que se alargan hasta un total de seis días.
Más allá de practicar deporte, estas montañas están repletas de patrimonio histórico y arquitectónico. Los paseos por sus caminos permiten descubrir la historia de la zona, desde cómo vivían los monjes en el monasterio de Escornalbou, pasando por las peripecias del guerrillero Carrasclet hasta descubrir los escondites que tenían los carlistas en estos bosques, montañas y simas.
Las setas, las castañas, el aceite de oliva y todos los productos artesanos de la región son otros de los reclamos en esta época del año. La oferta gastronómica se complementa con la cocina de restauradores esmerados que elaboran platos de máxima calidad con los frutos de la tierra.
En medio de la montaña, pero sin perder las vistas al mar de la Costa Daurada y muy cerca de núcleos turísticos como Cambrils, Reus o Tarragona, el entorno proporciona una amplia oferta de alojamiento, ya sea en un pueblecito o en un paraje natural, para completar la estancia durante esta época de clima suave y agradable de otoño.